Ingredientes
600g de atún en dados 4 filetes cortados a dados
300g de champiñones
1/2 cebolla
1 diente de ajo
Pimentón picante
70ml de vino blanco
1 cucharadita de café de curry
50ml de leche
Pimienta negra
Perejil
Sal
Aceite de oliva
Preparación
Empezaremos la receta, pelando y rallando la cebolla y el ajo y los reservaremos.
A continuación, lavaremos los champiñones y los laminaremos.
Pondremos una cazuela al fuego, con un chorrito de aceite y cuando esté caliente, añadiremos los champiñones, una pizca de sal y pimienta y dejaremos en el fuego hasta que estén dorados. Después, los retiraremos y los reservaremos.
En la misma cazuela, agregaremos la cebolla y el ajo y dejaremos pochar.
Añadiremos la pizca de pimentón picante, removeremos y añadiremos el vino.
Dejaremos reducir el alcohol, incorporaremos el curry, removeremos y agregaremos la leche.
Dejaremos que se vayan integrando todos los ingredientes.
Ahora podemos empezar a preparar el atún.
En una sartén al fuego, añadiremos un poco de aceite y cuando esté caliente, añadiremos los dados de atún, previamente salpimentados. Los dejaremos que se hagan por todos los lados, siempre el tiempo, dependerá del grosor de los dados y del punto de cocción que nos guste, cuando estén, los retiraremos
Cuando tengamos la salsa un poco reducida, incorporaremos los champiñones y los dados de atún junto los jugos de cocinarlos. Removeremos la cazuela un poco, para que se integren todos los ingredientes y los sabores.
A continuación, lo serviremos con una pizca de perejil picado.
Propiedades del atún
La mayor parte de los lípidos que lo constituyen son ácidos Omega 3, que ayudan a reducir los niveles de colesterol y de triglicéridos en sangre.
Es el pescado azul con menor contenido en grasas, responsable de aumentar el riesgo cardiovascular. Además, su contenido en vitamina D, facilita la absorción a nivel intestinal del calcio; así como su fijación en los huesos.
El atún destaca por su riqueza proteínica, superior a la de muchas carnes, aumentando el nivel de saciedad del estómago y favoreciendo la quema de grasas.
El atún destaca por su elevada cantidad de vitamina del grupo B, esencial para mantener los nervios y mejorar el aprovechamiento de los nutrientes; así como, vitaminas liposolubles A y D y minerales (Fósforo, magnesio, hierro y yodo).
Beneficios del atún
Vitamina B12, un nutriente que ayuda a prevenir la demencia.
Fósforo y vitamina D, que favorece a la absorción del calcio, fortaleciendo los huesos y ayudando a prevenir sus posibles fracturas óseas.
Las grasas cardiovasculares de este pescado, ayudan a reducir el colesterol malo, por lo tanto, ayudan en la prevención de trombos y protegiendo el corazón y nuestra piel por dentro.
Ayuda a reducir la inflamación y calmar el dolor de las articulaciones afectadas por la artritis.
El atún contiene dosis considerables de hierro; además es el pescado con mayor contenido en proteínas esenciales para el correcto funcionamiento de los músculos. Junto con el pollo y el pavo, constituye una de las principales fuentes de proteína para los deportistas, y convirtiendo este alimento excepcional en una parte indispensable de la dieta.
El consumo regular de omega 3, presente en el atún y en otros pescados azules, permite reducir los factores de riesgo coronarios, la hipercolesterolemia, la hipertensión arterial, la diabetes, el sobrepeso y la obesidad.
¿Cómo podemos consumir el atún?
Fresco, congelado o en conserva, de todas las maneras poseen un valor nutricional similar, aunque las conservas pueden contener más sodio y potasio y una menor cantidad de selenio.
No obstante, como en todos los alimentos, también existen, contraindicaciones, como en el caso de las personas que padecen hiperuricemia, ya que han de tener especial precaución en el momento de consumir atún, por su contenido en purinas.
Podemos incluir este alimento en infinidad de preparaciones, como: en ensaladas, con pasta, sándwiches, pizza, etc..
Propiedades de los champiñones
Es una de las setas más consumidas en todo el mundo.
Debido a su elevado contenido en selenio es una razón excelente por la cual incluir este hongo en nuestra dieta.
Este componente, bloquea el efecto de los radicales libres (sustancia que aumenta el riesgo de sufrir cáncer) por lo que, estas setas se muestran especialmente activas en la reducción del cáncer que afecta tanto al pecho; como a la próstata.
Son la mejor fuente natural, de otro antioxidante, que protege órganos tan vitales como los riñones y el hígado.
Consumir de forma regular champiñones, es una buena manera y muy sabrosa de aumentar los glóbulos blancos, que nos protegen frente las infecciones.
Son muy ricos en vitamina B2, por lo que esta seta, previene el enrojecimiento de los ojos y la aparición de boqueras en la comisura de los labios, esta vitamina también interviene en el crecimiento infantil y mantiene las encías en buen estado.
Contienen vitamina D, de manera que mejoran el aprovechamiento del calcio de la dieta, un beneficio que contribuye a la mineralización y a la regeneración de los huesos y dientes.
Es importante que tengáis en cuenta, que los champiñones enlatados, contienen los mismos nutrientes que los frescos; no obstante, la gran diferencia es que los enlatados, contienen 20 veces más sal, por lo que las personas hipertensas y las propensas a la retención de líquidos, deben tener muy en cuenta estos datos y no pasarlos por alto.
Debido a su gran cantidad de agua, su bajo contenido en hidratos de carbono y grasas, su efecto saciante y su alto contenido en proteínas de buena calidad, hacen que este alimento sea esencial en muchas dietas de adelgazamiento y una buena opción para mantener el peso a raya.
Estimulan la actividad cerebral, pues su contenido en hierro, ayudan a: controlar la anemia; favorecen la depuración del organismo; tienen un efecto saciante; ayudan a nivelar los niveles de azúcar en sangre; regulan el tránsito intestinal; combaten la retención de líquidos; protegen el hígado; inhiben el crecimiento de células cancerosas; mantienen la piel, el cabello y las uñas, fuertes y saludables; y sobretodo están recomendadas en etapas de crecimiento, durante el embarazo y en la lactancia.
DATO: aquellas personas que tienen altos niveles de ácido úrico, deben moderar el consumo de setas.
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