Como muchos de los que me seguís ya sabéis y si no os los digo, me encantan investigar nuevas recetas, preparar platos y postres de países diferentes al nuestro, ... todo lo que es el mundo de la cocina mundial me apasiona. Por eso, me he metido en este nuevo reto que creo que me aportará muy buenas experiencias y que a vosotros también os gustará, o eso espero.
Conocí el Reto Nazarí del Restaurante Ruta del Veleta, gracias a Carolina del blog Carol y su espejo y que es una crack en la cocina. Ahora va a abrir una tienda en El Escorial y desde luego, si paso por allí voy a verla porque seguro que será encantadora. Bueno, como os iba diciendo, conocí este reto a través de Carolina y, como a mí me gusta tanto meterme en todos estos líos este mes me he apuntado a ello. No sé cómo me irá porque la verdad es que el nivel es muy alto pero lo que más me gusta es que voy a aprender mucho seguro.
Os voy a contar un poco en qué consiste este reto porque me parece muy interesante y el Restaurante del Veleta nos lo explica así:
"La historia de este Reto comienza con la adquisición en el Albaycín (un barrio de Granada) de una antigua mesa, la cual iba a ser destinada a la decoración de nuestra bodega; cuál fue su sorpresa que, al colocarla en su bodega, un golpe seco hizo que, de repente, se abriera un departamento secreto.
En él, apareció un antiguo manuscrito nazarí. Dicho manuscrito era un tratado de recetas de la época. Tras descubrir las maravillas que aparecían en él, en Ruta del Veleta van a luchar contra el ostracismo que padecía esa maravilla y harán público esas recetas en forma de RETO." Esta vez, la receta elegida ha sido Balah al-Sham. Y eso es lo que yo os traigo aquí.
Por supuesto, os cuento un poquito de la historia y procedencia de este dulce.
Balah al-Sham, conocido también como dátiles turcos o tulumba son unos pastelillos con forma ovalada, con estrías y que se basan en una masa de agua y harina frita, endulzados con un sirope de azúcar. Aunque tienen su origen en Turquía, su distribución se extiende por todo el medio Oriente y la parte Este del Mediterráneo, desde Croacia hasta Egipto, desde los Balcanes hasta la península de Anatolia.
Si los veis, no podéis negar que son totalmente parecido a nuestros churros y es que la receta es bien parecida. De todas formas, estos dulcecillos son típicos de reuniones, bodas, celebraciones, ... y actualmente se toman como dips mojados en chocolate blanco o negro. Son una delicia acompañados de frutos secos y lo que os puedo asegurar es que, después de buscar muchas recetas en la web, hay miles de formas de hacerlos, con agua, con leche, con muchos huevos, con pocos huevos, con mantequilla, con aceite, bueno, todo lo que os podáis imaginar, pero la esencia siempre es la misma.
Mi receta la he sacado de Youtube, de un video del Chef Osama El-Sayed y que me gustó porque llevaba un ingrediente en la masa que le da un sabor muy peculiar y que me recuerda a otros dulces típicos de aquí como los pestiños. (Ahí os he dejado mi receta familiar.) Ese ingrediente es la matalauva o matalahuga y que, precisamente, es originaria de donde es el balah al-sham.
La receta la he modificado un poco para que la masa saliera un poco menos espesa pero en esencia es la misma receta.
BALAH AL-SHAM
Ingredientes:
Cup= taza
Para la masa:
3/4 cup + 2 cdas. harina normal
2 cdas. harina de maíz (yo usé Maizena)
1 cup agua
2 cdas. aceite de oliva (yo le puse uno suave porque no tenía de girasol, pero podéis usar cualquier aceite vegetal que os guste y que no aporte mucho sabor)
2 huevos
1 cda. matalauva
Aceite para freír
Para el almíbar:
1 cup azúcar normal
1 cup agua
2 cdas. zumo de limón
1 cdta. agua de azahar (este ingrediente no está en la receta original pero como a mí me gusta mucho se lo eché. Podéis quitarlo si no os gusta y cambiarlo por ejemplo por canela.)
Para la decoración:
75 gr. chocolate Nestlé Postres
75 gr. chocolate blanco
8 dátiles
20 gr. almendras en bastoncitos ( las mías, hice yo misma los bastones porque no tenía)
Preparacion:
Del sirope:
Ponemos todos los ingredientes del almíbar en un cazo y lo llevamos a ebullición. Dejamos que hierva durante unos 5 minutos y dejamos aparte para que se enfríe.
De la masa:
En una cazuela o sartén antiadherente echamos el agua, la sal y el aceite y ponemos a hervir.
Tamizamos las dos harinas juntas.
Cuando esté hirviendo, echamos las harinas de golpe y removemos constantemente con una cuchara de madera hasta que la masa se despegue de la sartén (unos 10 minutos).
Quitamos la sartén del fuego y dejamos enfriar un poco (unos 4-5 minutos).
A continuación, podemos seguir haciendo la receta a mano o con la batidora de varillas. Yo opté por la segunda opción pero os digo lo mismo para la primera.
Ponemos la masa en un bol grande y amasamos con la batidora de varillas un poco. Echamos un huevo y mezclamos bien antes de echar el otro. Si lo hacemos a mano, removemos bien con la cuchara de madera y añadimos un huevo. Mezclamos bien antes de echar el otro.
Debe quedar una masa homogénea y sin grumos.
Ponemos el aceite a calentar para freírlos.
Metemos la masa en una manga pastelera con una boquilla estriada y vamos echando porciones de masa, que iremos cortando con una tijera a medida que la vamos echando.
Mientras se fríen, vamos preparando los chocolates que derretiremos al baño maría. Los ponemos en cuencos o, como yo hice, con ayuda de una manga, se los eché por encima.
Sacamos con una espumadera y ponemos en una bandeja con papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
Echamos en el bol con el almíbar y damos unas cuantas vueltas con ayuda de una cuchara para que todos se impregnen del almíbar. Los sacamos y los ponemos en la bandeja de presentación o donde lo vayamos a sacar.
Partimos los dátiles a trocitos y las almendras en bastoncitos y se las echamos también por encima.
Bueno, espero que os haya gustado y que los probéis porque están muy ricos. Eso sí, les pasa como los churros, que cuando se enfrían, ya no es lo mismo. Hay que tomarlos templados y recién hechos.
¿A alguien le apetece un bocadito?
Este es el video de la receta, pero si no entendéis no preocuparse es que está en árabe. Sólo con las imágenes creo que es suficiente para tener una idea más o menos de cómo se hace.