Este mes ha tocado robarle a Rosalia de la Rosa, de RossGastronomica. Estaba decidiendome entre esta receta o la de migas del abuelo, pero finalmente (y un poco por mi adicción al dulce), he escogido esta entre otras razones porque el pan en mi casa vuela y la receta pide pan del día anterior, y lo veía difícíl si no lo escondía... jeje
Sinceramente: en mi casa han triunfando. Son facilisimas y rapidísimas de hacer y muy peculiares, como un bombón pero menos delicado. He leído en la web de Nigella Lawson (de donde las ha sacado Rosalía) y todos los comentarios son de alabanzas. Había gente que en lugar de nubes usaba un chorrito de ron y alguna pasa y me imagino que así se varía el resultado y también queda sorprendente!
Segunda vez, las galletas están mucho más claras. Mejor resultado!La he hecho una segunda vez y ha quedado aún mejor, he combinado con chocolate con leche y lo he cubierto de crocanti, y en lugar de trocear las galletas con un mortero lo hice con las manos, y en las fotos podéis ver la diferencia del resultado, mucho mejor la segunda! El único problema que tuve fue que compre las mashmallows en Mercadona y tardaron mucho en fundir, tuve que estarlas aplastando con un tenedor mientras que las del Condis se fundieron en un plis.
La primera vezDe tacto son semiblandas, no se pueden moldear pero si se tocan mucho se deshacen en las manos, lo que viene a ser el chocolate vamos... El sabor es a chocolate, pero no puro, sinó con matices. Tengo clarísimo que las repetiré pero probando con otros chocolates y otro tipo de tropezones (pasas, avellanas, nueces, trocitos de chocolate...) que seguro que dan unos resultados muy muy muy apetecibles!
Rosalía las cubría con crocanti de almendra, como yo la segunda vez, pero a la primera las he cubierto con coco que es lo único que tenía en el súper y puedo asegurar que queda bien, pero esto a gustos, nueces, galleta triturada, cobertura de chocolate, almendra laminada... lo que sea!
No es una receta exacta, se trata de conseguir la espesura deseada, las galletas del tamaño perfecto y el tacto ideal. La primera vez vi que había mucha galleta y añadí otra cucharada de miel de caña (5 cdas. en total), y alguna que otra nube.
Al echar la pasta al molde, parece que hay tanta galleta que va a quedar deformado, pero no. Quedarán muchos bultos por encima que se disimulan con la cubierta crocanti o lo que escojáis. La primera vez me quedó más líquido, la segunda más espeso y el resultado mejoró, así que juzgar vosotros mismos viendo las fotos! ;)
Ingredientes:
125 gr. de mantequilla
5 cdas. de miel de caña (luego le añadí también una cda. de sirope de ágave. Si lo hacéis, sirve también miel normal) Le da tacto al resultado)
300 gr. de chocolate negro (yo he usado el de Valor con un 52% de cacao, negro)
100 gr. de nubes de azúcar (malvaviscos)
200 gr. de galletas tipo María o Fontaneda
Almendra crocanti para la cubierta (o lo que tengáis a mano)
Preparación:
Troceamos las galletas con las manos o con un mortero dentro de una bolsa. La segunda vez las hice a mano y me gustaron más (el polvo de las galletas no lo tiréis, también podéis añadirlo)
Fundir la mantequilla con la miel de caña (y el sirope o miel, si usáis) en un cazo procurando que no se queme. Retiramos del fuego y añadimos el chocolate mezclando hasta que se funda y luego las nubes troceadas, haciendo lo mismo.
Cuando esté todo deshecho se le añaden las galletas y lo vertemos en un molde forrado con papel vegetal (¡MUY importante o no se os va a desmoldar!), bien repartido con una espátula, disimulando el mayor número de bultos de galleta posibles. Se cubre con el crocanti bien distribuido.
Se mete en el congelador por 30 minutos (se hace más rápido) y luego se conserva en la nevera o bien directamente se guarda en la nevera un mínimo de 2 horas para que solidifique.
Se parece al turrón!
A mi madre le ha gustado tanto que quiere que lo haga para la cena de navidad para la familia.
¡Feliz semana!