¡ Hoy en vez de freír patatas, el acompañamiento serán batatas fritas ! Y escucho una voz sorprendida a mi lado diciendo: Anda ¿eso son batatas? Nunca las había visto al natural, sólo cuando mi madre las compra ya asadas en las panaderías.
Es una persona joven quien me hablaba mientras yo cogía las batatas,
una invitada a mi cocina real; ella me sorprendió a mí cuando me hizo éste comentario, al darme cuenta que nunca la había visto en su estado natural. Productos que se van quedando olvidados conforme va pasando el tiempo y que al parecer sólo queda en el recuerdo y en la memoria, también como en mi caso en las cocinas de personas que ya no cumpliremos más los 50.....
La humilde batata, alimento que se le asocia a tiempos de privaciones, de hambre, de penuria; tan popular en la Málaga antigua, en la Málaga de la posguerra y que con el paso de los años, siguió siendo una delicia para mis mayores., ha ido totalmente cayendo en el olvido gastronómico hasta tal extremo que los más jóvenes prácticamente ni las conocen o reconocen.
No puedo olvidar las ollas de batatas cocidas con castañasdulces meriendas de mi niñez.
Aún cierro los ojos y percibo el maravilloso olor de las batatas asadas, liadas en papel de orillo entre las brasas del carbón encendido de la hornilla de mi abuela, aún puedo ver resoplando a mi madre sus puntas de los dedos al pelar las recién asadas batatas, me maravilla el color, de un naranja vivo y me deleito con el dulce sabor.
Ahora están en su época, es cuando en Málaga por tradición siempre se han consumido:cocidas, asadas, en puré como postre con un buen chorreón de miel de caña, añadida para hacer una deliciosa crema, en compota.
PURÉ DE BATATAS CON MIEL DE CAÑA
COMPOTA DE BATATA, MEMBRILLO Y PERO
Fué uno de los primeros productos llegados a España, traída por Cristóbal Colón desde el Continente americano, concretamente en el año 1.493, de origen taíno, desde Haití se aclimató a las mil maravillas en Málaga, especialmente en la Axarquia malagueña, sobre todo en Velez Málaga, donde hoy en día se produce una de las variedades más apreciadas, la batata, la llamada “rosa de Málaga” o “Patata de Málaga”
Abundan las referencias de tan delicioso tubérculo en el Siglo de Oro, desde Cervantes o Quevedo a Lope, cuando escribían o hablaban de patata, se refieren a las batatas, incluso en el caso de Santa Teresa de Jesús y las famosas patatas que le enviaron desde Sevilla, debe entenderse que lo hacía de esa patata de Málaga, o sea, de la batata. .
La verdadera patata, la “papa” como la llamamos los malagueños, al igual que la denominaban los indígenas del Nuevo Mundo, como hoy la llaman en toda la América hispanohablante, en Canarias y también en gran parte de Andalucía, no llegaría a Europa hasta bien entrado el siglo XVI y su consumo humano no se generalizó hasta finales del XVIII.
Sólo dos cosas tienen en común la patata y la batata: ambas son tubérculos, ambas crecen bajo tierray hasta ahí; ni siquiera son “parientes”.
Ipomoea batatas, su nombre científico, tiene los siguientes nombres en castellano: bataca, batata, boniato, buniato, camote, moniato, moniatos, patata dulce, minina, chaco, “patata de Málaga” y “rosa de Málaga”.
Y pienso, si es la “patata de Málaga” ¿Qué me impide freírla en un buen aceite de oliva virgen como también hacían mis mayores e incluso ponerlas como acompañamiento de cualquier carne?
Aunque también es una buena idea, como en ésta ocasión, ponerla en la mesa como aperitivo, aderezándolas con sal negra del Himalaya, que le aportará un toque especial a huevos fritos. ¿Gustan?
¿CÓMO LAS HICE?
INGREDIENTES:
Batata, aceite de oliva virgen (para freir) y sal. (En ésta ocasión sal negra del Himalaya, que le aporta un sorprendente sabor a huevos fritos, se encuentra en cualquier super mercado)
LOS PASOS A SEGUIR:
Pelar las patatas y cortarlas en forma de bastoncitos. El tamaño del mismo debe ser de alrededor de 1 centímetro de grosor.(lógicamente pueden hacerlo en el tamaño y forma que prefieran).
Poner la freidora a 190º C, una vez que el aceite esté caliente (unos 140º C) que aún no ha comenzado a humear, echar los trozos de batatas y dejarlos freir conforme va subiendo al mismo tiempo la temperatura de la freidora, aproximadamente unos quince minutos aproximadamente (irá en función del grosor de los trozos), hasta comprobar que están doradas por fuera y pinchando con un palillo algún trozo, están blandas por dentro.
Sacar del aceite y dejar escurrir en papel de cocina a fin de que éste absorba el aceite.
Espolvorear la sal por encima, de forma que cojan sal todas las patatas. Servir con mayonesa o la salsa que prefieran en sus cocinas.
Y no dejen de probar ésta delicia malagueña: la batata, incluso cruda está riquísima.