Ingredientes:
2 o 3 berenjenas
1 litro de leche
aceite de oliva suave
harina
sal
Preparación:
Lavamos las berenjenas y quitamos el tallo. Cortamos en rodajas gordas y a su vez en tiras ( como para hacer patatas fritas). Ponemos un bol con leche y las introducimos, cubriéndolas con la leche y sal (si flotan, coloca un plato encima para hundirlas). Las podemos dejar un mínimo de una hora y un máximo de doce horas. Cuando las vallamos a freír, las pondremos a escurrir un poquito antes y las rebozaremos en harina, quitando el exceso de harina (yo pongo la harina en una bolsa de plástico y voy metiendo las berenjenas, cerrando la bolsa y moviendo para que se impregnen). Preparamos abundante aceite para freír, no porque sea mucho nos quedaran aceitosas, pues una de las ventajas de ponerlas en leche es que repelen el aceite y quedan jugosas por dentro. Es una receta muy sencilla pero si se hacen sin la leche, casi siempre quedan aceitosas y se han de comer al instante, pues luego quedan mohosas.