Pero claro, no nos ha dado tiempo ni a hacer el cambio de armario! Por favor, señor frio, unos días para aclimatarnos, qué menos! Que las pobres rebecas también merecen salir al mundo exterior, y tengo unas cuantas :)
Así que para ir acostumbrándonos a estas temperaturas y las que vendrán, os invito a que os prepareis un buen café calentito y lo acompañeis con un trocito de este bizcocho. El ritual del "ratito del café" os reconfortará cuerpo y alma ;)
Receta inspirada en el bizcocho de Canecositas
Ingredientes:
Para el bizcocho:
1 yogur natural azucarado
1 medida de yogur de aceite vegetal
2 medidas de yogur de azúcar
3 medidas de harina integral
Canela en polvo
1 sobre de levadura
3 huevos
Para el almíbar del bizcocho:
1 vaso de agua
1 vaso de azúcar
2 naranjas pequeñas o 1 grande
Elaboración:Lo primero que haremos será el bizcocho. Precalentamos el horno a 180º la parte de abajo. En un bol echamos el yogur, el aceite, el azúcar, la canela y la levadura. Mezclamos. Añadimos la harina tamizada mientras vamos batiendo con la barilla para que se integren bien los ingredientes. En otro recipiente separamos las claras de las yemas, añadimos las yemas al bol con el resto de ingredientes, y en el otro recipiente montamos las claras. Cuando estén a punto de nieve, vertemos en el bol y removemos con movimientos envolventes.
Bañamos el molde del bizcocho con caramelo líquido. Después, colocamos las rodajas de naranja de modo que cubra toda la base del molde. Por último, vertemos la masa y llevamos al horno durante unos 30 min.
No abráis el horno a mitad cocción, ya que como sabéis el bizcocho no subirá debidamente. Sólo cuando haya pasado el tiempo abriremos y comprobaremos con un tenedor si por el centro está hecho. Si sale el tenedor limpio apagamos el horno, sacamos y dejamos enfriar. Si no, lo dejaremos más tiempo en el horno.
Mientras el bizcocho templa, preparareos el almíbar. Ponemos a calentar el agua en un cazo y cuando hierva añadimos el azúcar y las naranjas cortadas en rodajas finas. Cocemos 20 minutos. Una vez pasado el tiempo, apagamos y reservamos.
Cuando el bizcocho esté preparado para ser servido, lo emborracharemos o bien con un pincel o con una jeriguilla, y ya estará listo para comeeeeer!