¡Hola! ¿Cómo van esos propósitos? Seguís haciendo deporte? dieta? Inglés? Uno de mis propósitos para este 2018 era comer bien, y de momento, a excepción de algún día, lo estoy cumpliendo. No quiero hacer ninguna dieta, simplemente comer comida real.
La verdad es que no tengo muchos problemas con eso, me encantan todas las verduras y las frutas y cocinar, así que además de comer bien, cada semana probamos alguna receta nueva
Esta vez me puse a experimentar con un simple bizcocho y aunque tengo que reconocer que bonito bonito no salió, si que es uno de los más buenos que he hecho, así que no podía dejar de compartirlo con vosotros.
INGREDIENTES
3 huevos ecológicos
1 yogur griego
3 medidas de harina de espelta
1/2 medida de AOVE
1 sobre de levadura
ralladura de una naranja
una vaina de vainilla
PREPARACIÓN
Separamos la clara de la yema de los tres huevos y batimos las claras hasta tenerlas a punto de nieve. Reservamos.
En un bol a parte mezclamos las yemas, el yogur y el aceite. Añadimos la harina y el sobre de levadura tamizándola y batimos hasta tener una masa homogénea.
Ahora añadimos la ralladura de naranja y podemos poner un poco del zumo de la naranja si queremos. También ponemos la vaina de vainilla. Para ello tenemos que abrirla y ir añadiendo la vainilla.
Si queréis podéis añadir dos medidas de azúcar o un poco de sirope de agave o miel para darle un toque más dulce.
Por último añadimos las claras de huevo y con la ayuda de una lengua de gato lo mezclamos todo haciendo movimientos suaves.
En el molde que vayamos a usar lo untamos un poco con aceite o ponemos directamente un papel de horno, yo es lo que suelo hacer y que así seguro que no se me pega y después es muy fácil desmoldarlo.
Pre calentamos el horno a 180º y metemos nuestro bizcocho unos 35 minutos con calor arriba y abajo. Ya sabéis que eso también depende mucho de vuestro horno. Cuando pinchéis y veáis que sale limpio es que vuestro bizcocho ya estará listo.
¡Y ya tenéis listo vuestro bizcocho! Creo que nunca había usado vainilla en vaina, y la verdad es que se nota un montón el sabor y el toque de naranja queda genial.
Le podéis dar un toque de azúcar glass por encima, pero no es para nada necesario, ya veréis que el bizcocho solo está riquísimo
¡Contadme si os animáis a hacerlo!