¿Conocéis el Kéfir? Yo la verdad es que hasta hace muy poco no tenía ni idea ni que existía, pero hace poquito que una amiga me lo recomendó y desde que lo probamos en casa que me encanta, además por todas las propiedades que tiene.
En Nutricionsinmás nos habla un poco más del Kéfir, pero así resumiendo:
El kéfir es una deliciosa bebida fermentada originaria de los países del Cáucaso.
De aspecto similar al yogur, el kéfir es excelente para tratar diversos problemas digestivos, mejorar la salud de los huesos y combatir infecciones bacterianas de forma totalmente natural.
El que he usado yo para esta receta es de cabra y en leche, pero en el Aldi, que es dónde lo compro, lo puedes encontrar en este formato, o en unos yogures con fruta que están muy buenos!
Así que para no hartarme de yogures, he investigado un poco, y se puede utilizar en muchas recetas para sustituir el yogur o leche y he decidido probar con la receta de bizcocho de toda la vida pero con Kéfir.
INGREDIENTES
Aunque no llevé yogur, seguiremos utilizando la medida de uno para todos los ingredientes, así que l cantidad de todos los ingredientes está en medidas de yogur.
- 1 medida de cacao en polvo
- 1/2 medida de aceite de girasol
- 2 medidas de azucar
- 3 huevos
- 1 sobre de levadur
- 2 medidas de harina
- 1 medida de kéfir.
PASO A PASO
- Primero de todo ponemos a pre calentar el horno a 200º.
Empezamos separando las yemas de las claras de los huevos, y batimos solo las claras primero hasta que estén a punto de nieve. Esto nos ayudará a que el bizcocho quede mucho más esponjoso y la verdad es que se nota cuando lo haces y cuando no.
Después añadiremos las yemas y volveremos a batir.
Ahora toca añadir el azúcar, el aceite y el kéfir. Volveremos a batir para que se vaya mezclando todo bien.
La levadura y la harina la añadiremos a la vez, pero la tamizaremos para que quede más ligero y esponjoso.
Por último, añadiremos la medida de cacao en polvo y batiremos por última vez hasta que no tenga grumos.
Ahora toca engrasar el molde. Yo siempre que puedo uso los de silicona, por que me parecen la mar de prácticos y después se desmoldan casi solos.
Yo le paso margarina, aunque puede ser mantequilla o incluso hay gente que lo hace con aceite.
Volcamos la masa en el molde y lo metemos en el horno a 180º durante 30-40 minutos.
Esto dependerá de vuestro horno, así que cuando veáis que está dorado, probar la técnica del cuchillo. Pincháis el bizcocho y si sale limpio, ya estará listo!
Esperamos a que se enfrié un poco para desmoldas y ya tenemos nuestro bizcocho listo para probar!
Podéis añadir azúcar glass, nueces, pepitas de chocolate o lo que más os guste, eso como siempre va al gusto. Yo normalmente pongo ralladura de limón o naranja, pero en esta ocasión no tenía, así que se quedo sin.
¡Espero que os haya gustado! ¿Conocéis más recetas con Kéfir? Contarme!