Últimamente me ha dado por hacer muchos bizcochos diferentes, y la verdad es que si no voy a llevarlos de postre en ninguna comida o al trabajo los corto en porciones y los congelo. Quedan perfectos, y de esta manera tengo despensa para desayunar rico los fines de semana.
Este lo hice ya hace unas semanas y lo acompañamos con una bola de helado artesanal de chocolate negro como colofón de una comida riquísima de lubinas a la barbacoa con unos amigos, fue un fin de semana genial.
La verdad es que el coco no suelo usarlo mucho pero en los bizcochos reconozco que queda sublime y le da un toque espectacular.
Os dejo esta receta, que si sois amantes de esta fruta tropical quedaréis encantados. Es un bizcocho denso aunque no se hace nada pesado.
INGREDIENTES
3 huevos
150gr azúcar
120ml aceite de girasol
20ml de leche
125gr de queso mascarpone a temperatura ambiente
170gr de harina
2 limones pequeños (piel y zumo)
170gr harina
5gr de levadura
70gr coco seco rallado
ELABORACION
Tamizamos la harina junto a la levadura y reservamos.
Batimos los huevos con el azúcar hasta que resulte una masa esponjosa y haya triplicado su volumen.
Añadimos el aceite y la leche en forma de hilo por un lateral sin dejar de batir.
Ahora añadimos el zumo y la ralladura de los limones e integramos bien. Hacemos lo mismo con el queso mascarpone.
Incorporamos la harina en tres veces para que se mezcle bien y no queden grumos.
Por último con una espátula de goma añadimos el coco.
Horneamos en el horno precalentado a 180 en un molde engrasado para que no se pegue.
Para calar el bizcocho en caso deseado calentamos el zumo de 1 limón con 1 cucharada de azúcar hasta que este se disuelva. Pinchamos el bizcocho con un palillo repetidas veces y lo vamos empapando, quedará delicioso.
Dejamos enfriar 15min y desmoldamos. Dejamos encima de una rejilla hasta que termine de estar frio.
Si queremos congelarlo envolveremos bien en papel film, y cuando queramos comerlo lo descongelaremos a temperatura ambiente sin sacar el film.