Como ya os he dicho en varias ocasiones me encanta desayunar un buen bizcocho hecho en casa. En la receta de hoy el bizcocho no viene solo, si no que está acompañado por una crema de leche condensada. Deciros que sin la crema (por si os da pereza hacerla) el bizcocho está igual de bueno.
Ingredientes
Para el bizcocho:
6 huevos
250 gr de azúcar
125 gr de mantequilla
200 gr de harina con levadura
40 gr de almendra molida
100 gr de pistachos picados
harina y mantequilla (molde)
Para la crema:
100 gr de azúcar
1 cucharada de harina
5 yemas
500 ml de leche
100 ml de leche condensada
Preparación:
Precalentamos el horno a 180ºC. Untamos un molde rectangular con mantequilla y lo espolvoreamos con harina.
Cascamos los huevos separando las claras de las yemas. Batimos las claras a punto de nieve y reservamos. Batimos las yemas con el azúcar y les añadimos la mantequilla derretida. Agregamos la harina, la almendra y la mitad de los pistachos al preparado, alternándolos con las claras a punto de nieve.
Vertemos la masa en el molde y horneamos a 180ºC durante 35 minutos. Retiramos del horno, desmoldamos templado y dejamos enfriar.
Entretanto, preparamos la crema colocando el azúcar en un cazo, junto con la harina, las yemas, la leche condensada y lo ponemos todo a fuego suave a espesar, removiéndolo continuamente. Retiramos del fuego, una vez haya espesado y dejamos enfriar un poco.
Espolvoreamos el bizcocho con el resto de los pistachos y servimos partido en cuadrados con la crema por encima.