Hay mucha gente que odia usar el horno en verano.
Es lógico, el calor no anima a preparar cosas en el horno. A mi no me pasa eso, la verdad. Uso mucho el horno tanto para postres como para platos salados. Pero reconozco que abrir la puerta del horno cuando estás preparando algo es un deporte de riesgo jejeje
Por eso, este bizcocho preparado en sartén, es una opción estupenda para los que no desean encender el horno pero sí quieren degustar un rico bizcocho.
Y en las fotos se puede apreciar. Es un bizcocho suave y esponjoso. Nadie diría que no está horneado, pero tan solo hemos usado una sartén.
La idea sale del blog Yo a veces cocino, buscaba una receta dulce y apareció esta delicia. Hay montones de recetas dulces y saladas muy apetecibles, pero tenía medio mango en la nevera y me pareció la receta perfecta para gastarlo.
Este es uno de mis últimos asaltos al juego que Marga de Azafranes y Canelas nos ha liado este verano. Ella dirige el #retoasaltablogs y durante el verano hemos hecho la locura de asaltar a todos los compañeros que quisiéramos.
Tuve un pequeño percance con la preparación y la capa de mango se me quedó pegada a la sartén. Posiblemente porque le faltó almíbar, pero eso no restó para nada el delicioso sabor del bizcocho al final. Simplemente le di la vuelta. podéis ver como quedó en la receta original.
INGREDIENTES:
Para la capa de mango:
1/2 mango
2 cucharadas de azúcar
ralladura de medio limón y su zumo
4 cucharadas de agua
Para el bizcocho:
1 yogur natural
2 huevos
95 gr de aceite de girasol
155 gr de harina
200 gr de azúcar
1 sobre de levadura química
1 cucharadita de canela
PREPARACIÓN:
Primero vamos a preparar un almíbar en la sartén donde hagamos el bizcocho. Debe ser una sartén de unos 24 cm y que tenga tapadera. Ponemos las dos cucharadas de azúcar con el zumo de limón. Dejamos que se dore el azúcar.
Cuando el azúcar se haya dorado añadimos cuatro cucharadas de agua. Cortamos el medio mango en rodajas o trozos y lo ponemos encima del caramelo que estábamos haciendo. Cocinamos a fuego lento hasta que quede poco almíbar. yo creo que ese fue mi error, dejé que se evaporara por completo el líquido. Así que os recomiendo que dejéis un poco de almíbar en el fondo de la sartén.
Mientras tanto, vamos a preparar la masa del bizcocho. Yo he usado la thermomix. se puede hacer con una batidora normal. Ponemos el yogur y el azúcar y batimos 20 segundos a velocidad 4.
Agregamos la harina y la canela y volvemos a batir 20 segundos más a velocidad 4.
Incorporamos los huevos, el aceite y la levadura y acabamos de mezclar otros 20 segundos a velocidad 4.
Echamos la masa del bizcocho en la sartén. Aseguraros que queda algo de líquido en el almíbar, para que no os pase como a mí.
Tapamos la mezcla y cocinamos a fuego muy bajo. Mi vitro tiene nueve niveles, y yo cociné el bizcocho en el nivel 35. Vamos a dejarlo tapado 30 minutos. Al pasar este tiempo, veremos que la parte superior está cocida pero no del todo. Si la notáis líquida aún, dejamos diez minutos más. Cuando esté cocida, le vamos a dar la vuelta como si fuera una tortilla. Yo usé una tapadera distinta, de las planas que engrasé con aceite para que no se pegara. una vez que le damos la vuelta, cocinamos quince minutos más.
Debería haber quedado la capa de mango encima, pero se me pegó un poco y quedaba muy fea. Así que le di la vuelta y le puse azúcar glass.
Pero a pesar del "accidente" el bizcocho quedó super tierno y jugoso. Y de sabor ¡riquísimo!