Me gusta mucho hacer bizcochos y eso me viene de toda la vida, nunca he sido amiga de la bollería industrial y desde bien pequeña fui capaz de apreciar perfectamente la diferencia entre un bizcocho, magdalena o pastelito comprado y otro hecho en casa. Y es que a decir verdad ni para la salud, ni para el paladar tiene nada que ver uno con el otro.
Y además me encanta hacerlos porque las posibilidades son infinitas, así puedes hacerlos sencillos como el clásico bizcocho de yogur, el de limón o este mismo que os traigo hoy, un jugoso y sabroso bizcocho de nata (crema de leche) aromatizado con cáscara de naranja, o rellenarlos de fruta fresca, confituras, mermeladas, frutos secos, chocolate etc.. puedes incluso cubrirlos con un montón de ingredientes, como glaseados varios, azúcar glass, ganache de chocolate o simplemente dejarlos tal cual salen del horno.
Se me ocurrió hacer este bizcocho en el mismo momento que abrí la caja Degustabox de este mes, que dicho sea de paso venía cargadito de cosas ricas y como siempre tuve que lidiar con los niños porque en cuanto me ven abrir la caja, se agolpan sobre ella para repartirse el botín.
Al ver el envase de nata (crema de leche) líquida de Central Lechera Asturiana especial para masas, me entraron unas ganas tremendas de hacer un rico bizcocho y después de un ratito y muy poco trabajo, éste que veis fue el resultado.
Antes de contaros la receta, quería ofreceros un descuento especial si decides suscribirte a Degustabox y recibir como yo, una caja llena de productos de último lanzamiento y de primerísimas marcas todos ellos. Si te decides finalmente, introduce el código HL9ML para que el precio final sea de 9,99??? en vez de 14,99??? (gastos de envío incluido) para la primera caja de la suscripción. Y si además quieres informarte un poco más sobre lo que contienen estas cajas y en qué consiste la suscripción, no tienes más que entrar en su página de Facebook o Twitter para enterarte de todo.
INGREDIENTES:
200 gr. de harina
200 ml. de nata (crema de leche) 35% MG
200 ml. de aceite de oliva suave
150 gr. de azúcar
3 huevos
1 cucharadita de extracto de vainilla
16 gr. de levadura química tipo Royal
1/4 de cucharadita de sal
La ralladura de una naranja
Un poco de azúcar glass para espolvorear por encima
ELABORACIÓN:
Precalentamos el horno a 180º C y engrasamos un molde alargado o redondo con spray desmoldante o con un poco de aceite bien repartido con un pincel.
En un bol batimos el aceite con el azúcar durante un par de minutos hasta que se mezclen bien. Añadimos entonces la nata (crema de leche), los huevos, el extracto de vainilla y la ralladura de naranja y continuamos batiendo hasta que esté todo bien integrado.
Tamizamos juntos la harina, la levadura y la sal y se lo añadimos a la mezcla anterior batiendo a velocidad baja hasta que obtengamos una crema lisa y sin grumos.
Vertemos la mezcla en el molde que teníamos reservado y lo introducimos en el horno durante 35 ó 40 minutos aproximadamente o hasta que al pinchar en el centro del bizcocho con un palito o brocheta, éste salga completamente limpio.
Lo sacamos del horno y dejamos que repose sobre una rejilla dentro del molde durante 10 minutos aproximadamente. Pasado ese tiempo procederemos a desmoldarlo directametne sobre la rejilla y dejaremos que se enfríe completamente antes de espolvorear la superficie con un poco de azúcar glass.
ALGUNAS ACLARACIONES:
Este bizcocho lo he aromatizado con ralladura de naranja y obviamente el sabor predominante del bizcocho es éste, pero puedes cambiarlo perfectamente y sustituir la naranja por ralladura de limón o por una cucharadita de canela por ejemplo.
Creo que ya os lo he comentado en alguna que otra entrada de bizcochos, pero quería recalcar que la bollería en general se congela perfectamente siempre y cuando la envuelvas bien antes de introducirla en el congelador para que no le de aire y se le forme una costra de hielo que lo resecaría. Así con un buen trozo de film transparente puedes envolver el bizcocho entero (yo eso no lo he hecho nunca porque antes me como un trozo o dos) o bien cortado en rebanadas para ir sacándolas según queramos consumirlas. Basta con sacar el bizcocho del congelador una o dos horas antes de ir a comerlo y podrás comprobar por ti mismo como sigue tan jugoso y delicioso como el día que lo horneaste