Así que esta semana nos vamos a centrar en el segundo tipo de bizcocho de la clasificación que hicimos de las masas batidas ligeras: "El bizcocho de Soletillas o Savoiardi".
Estos bizcochitos son de origen incierto. La leyenda más extendida sitúa su procedencia en Italia, en la Casa Saboya. Se dice que fueron realizados por primera vez por el cocinero del Conde Amadeo VI de Saboya, en honor a una visita del rey de Francia, en torno al 1350. Fue tal el éxito de estos "biscotti", que fueron adoptados oficialmente por la Casa Real de Saboya y se extendieron por todo el área de influencia de la familia: Francia, Sicilia y Cerdeña, principalmente.
En la actualidad son considerados receta típica en el Piemonte, donde les llaman "Biscotìn" y se conocen en todo el mundo: son las Soletillas de España, las "Ladyfingers" del mundo anglosajón o los "Biscuit à la cuillère" (bizcocho con forma de cuchara) de Francia.
Podemos encontrarlos en 2 formas: secos o blanditos. En ambas presentaciones, estamos ante unos bizcochos muy ligeros y muy ricos en nutrientes, debido a su alto contenido en huevo. Su particular ligereza se obtiene del fuerte batido al que se somete a las yemas y las claras. Para conseguir la costra dulce que los recubre, simplemente hay que espolvorearlos con azúcar glace un par de veces, antes de cocerlos en el horno.
Las Soletillas se pueden consumir directamente, como bizcochitos para acompañar el café, o utilizarlos para preparar alguno de los postres más típicos, como el tiramisú italiano o las charlotas o carlotas francesas. Que es lo que os propongo hacer. Además, todas estas recetas incluyen preparaciones en las que podremos trabajar a fondo el batido de masas, ya que tendremos que preparar masas bomba, claras a punto de nieve, nata montada (crema de leche), etc. ¿No os parece una forma perfecta de practicar?.
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Bizcocho de Soletillas
(Para 24 unidades)
Ingredientes
Yemas - 72 g (4 uds)
Azúcar - 100 g
Claras - 140 g (4 uds)
Harina - 50 g
Almidón - 50 g (harina de maíz o maicena)
Extracto de vainilla - 1 cdta (opcional)
Azúcar glace - C.S.
Elaboración
Pesamos y medimos todos los ingredientes. Dejamos que se atemperen a la temperatura del ambiente. Precalentamos el horno a 190 ºC, con el calor arriba y abajo. Forramos un par de bandejas de horno con papel para hornear.
Comenzamos desclarando los huevos. Reservamos las yemas y montamos las claras. Cuando estén bastante firmes, añadimos la mitad del azúcar y terminamos de montarlas, hasta que estén muy duras y brillantes. Reservamos.
En el mismo bol, montamos las yemas junto con la otra mitad del azúcar hasta que tripliquen su volumen, blanqueen y tengan una textura ligera y firme. Añadimos el aroma y mezclamos bien. Incorporamos la mitad de las claras utilizando una lengua y movimientos envolventes, de forma que conservemos todo el aire posible en las masas. Agregamos las 2 harinas tamizadas y las integramos. Finalizamos añadiendo el resto de las claras montadas, siempre teniendo cuidado de no hacer un batido brusco.
Metemos la masa en una manga pastelera con una boquilla redonda lisa grande y escudillamos lenguas de 8-10 cm de largo. Hay que espaciarlas bastante porque crecen mucho en el horno. Si puedes, escudilla todas las soletillas de una vez, si dejas la masa en el bol, pierde tensión y el resto de tandas salen más abiertas.
Espolvoreamos todas las soletillas con azúcar glace. Dejamos que reposen unos 2-3 minutos y las volvemos a espolvorear. Horneamos cada bandeja, colocada un poco más abajo de la mitad del horno, unos 10-12 minutos o hasta que estén doraditas. Al sacarlas del horno, retiramos el papel de hornear de la bandeja caliente y dejamos que templen. Después despegamos cada soletilla con mucha delicadeza, ayudándonos de una espátula o cuchillo y las ponemos a enfriar completamente sobre una rejilla.
Deben conservarse en un recipiente hermético y se pueden congelar.
Bueno, ya me contareis que tal os salen y si tenéis alguna pregunta, no dudéis en plantearla. Son tan ligeros que os los comeréis como pipas. Para darles un toque distinto, podéis bañarlos en chocolate por la base o hacer sándwiches usando mermelada, dulce de leche o lo que se os ocurra. ¡Buena semana!.