De los creadores del bizcocho de cebra y de los guionistas del bizcocho tradicional de yogur, llega el bizcocho marmolado. La combinación perfecta y mostrada de la manera más imperfecta entre el chocolate y el bizcocho. ¿Te lo vas a perder?
Sinceramente, es uno de mis dulces favoritos, porque nunca pasa de moda. Todo se puede solucionar con un buen bizcocho y además, te permite infinidad de combinaciones. Así que ya era hora de que en el recetario de Azúcar y Orégano se encontrase esta creación tan bonita como es el bizcocho marmolado.
INGREDIENTES:
3 huevos.
Un yogur natural o de limón (reservamos el brick del yogur que nos servirá para las medidas del bizcocho).
Una medida del yogur de aceite de oliva (suave a poder ser).
Una pizca de sal.
Una medida y media del yogur de azúcar.
Esencia de vainilla.
3 medidas del yogur de harina.
Un sobre de levadura.
100g de chocolate/100g de cacao en polvo.
1º. Elaboramos el bizcocho tradicional de yogur, cuya receta podéis leerla entera aquí. A continuación, separamos la mezcla en dos. Una la reservamos y en la otra vertemos los 100g de chocolate. De tal forma que tengamos dos mezclas distintas.
2º. Ahora es el momento de coger el molde y cubrirlo entero de mantequilla. Pues con ello evitaremos que la masa, cuando se empiece hacer en el horno, se pegue. Luego, lo cubrimos también con la harina. Un consejo para aplicarla es echando un poco de ella en el recipiente e ir agitándola para que cubra el molde por completo.
3º. Luego pasamos a elaborar el bizcocho marmolado. Vertemos una primera capa con mezcla del bizcocho de yogur normal. Luego, sobre ella, posamos pequeños montoncitos de la mezcla de chocolate. Vamos repitiendo este proceso tantas veces hasta que se acabe la mezcla y consigamos diferentes capas. Una vez hecho, con un cuchillo removemos de forma superficial, dejando el dibujo que observáis en la imagen.
4º. Después metemos el bizcocho marmolado en el horno, que lo habremos puesto a precalentar a 180º. Esperaremos a que el bizcocho crezca e iremos comprobando si está del todo hecho introduciendo un cuchillo sobre la masa. Si al sacarlo, este está seco, el bizcocho estará listo. De no ser así, lo dejaremos unos minutos más y volveremos a comprobar.
5º. Finalmente dejamos que se enfríe y ya tendremos listo nuestro bizcocho marmolado, el cual se identifica porque por fuera luce como un bizcocho normal, pero al cortarlo, se aprecia partes de chocolate y partes sin chocolate. ¡A DISFRUTAR!