Tengo la suerte de no tener en casa intolerancias alimentarias. Bueno a mi hija Lucía a veces le salen unas mini ronchas en la cara cuando come arándanos pero ahí queda todo. ¿Os imagináis lo que debe ser tener alergia o intolerancia al huevo, a la lactosa o al gluten? Además de por la salud es un fastidio para un niño o adulto no poder tomar cantidad de alimentos que contienen estos productos. Y para los padres es muy costoso porque los alimentos libres de estas sustancias son muy caros, casi un artículo de lujo en lugar de un producto de primera necesidad. Los niños con estas patologías han de aprender desde pequeños a leer etiquetas de alimentos y a decir que no a lo que le ofrecen en el colegio, sus amigos, en un cumpleaños, siempre preguntando si lleva esto o aquello. No sólo es peligroso tomar estos alimentos en caso de alergia sino que además en caso de intolerancia la cosa no es de vida o muerte pero se también con cuadros de dolor y distensión abdominal, gases y flatulencias, diarrea, cólicos, …
Luego está el tema de ofrecer productos atractivos a la vista y al gusto sobre todo a los niños. He probado alguno y, no es lo mismo. Mi amigo Charlie, que me ayuda a manejar el blog y fue el que creo la plantilla y la estructura tiene una sobrina alérgica al huevo. Pues bien llevaba tiempo queriendo hacer un bizcocho que estuviera realmente bueno, rico, sabroso, esponjoso, vamos, delicioso, pero libre de huevo, lácteos y productos animales. Lo que antes era vegetariano ahora se llama vegano. Además de la moda de productos los ecológicos. Bueno la cosa no va por ahí, uno puede elegir qué comer pero cuando es una necesidad vital, un tema de salud, la cosa cambia. No es una moda pasajera o un modo de vida o creencia que pretende ser repetuoso con el medio ambiente por elección sino SALUD.
Con el precio que tienen los productos de panadería, bollería o repostería “libres de” desde luego sale a cuenta hornear en casa. A mí la comida me entra por los ojos, como a la mayoría de las personas. He visto muchos postres veganos y lo que se dice muy atractivos no son. He probado alguno y qué queréis que os diga, pues no. Cuando vi este bizcocho en Pinterest pensé, madre mía qué miga más esponjosa, nadie diría que no lleva huevos, ni leche, ni mantequilla. ¡Qué pinta! Así que como era uno de esos pendientes que quería hacer por fin le he hecho un hueco. Quería comprobar si realmente era así. Pues no me ha defraudado para nada. De hecho ya he horneado 3 bizcochos haciendo variaciones a partir de esta receta del blog Las recetas de la familia Tartufo.
En este caso he variado la receta: en lugar de margarina he utilizado aceite de oliva suave, he preferido utilizar nuestro oro líquido porque las margarinas no me van mucho. Algunas tienen añadidos aceites de palma, colza o coco que no son tan buenos en calidad. Pero bueno quien quiera es una opción. El azúcar en lugar de blanco esta vez lo he cambiado por azúcar mascavado, un azúcar más oscuro, apenas refinado, sin centrifugar y con un sabor como a regaliz, más intenso y con cantidad de nutrientes que no tiene el blanco. Le da un tono amarronado al bizcocho. También se puede utilizar integral natural de caña o azúcar de coco. Como chocolate he utilizado puro Valor en tableta 70% cortado en trocitos pequeños y gotas de chocolate negro 70% postres. El chocolate y el plátano son muy buenos compañeros pero si a alguien no le gusta tanto el sabor a plátano puede utilizar compota de manzana en lugar del puré de plátano. La leche de coco evidentemente no contiene lactosa, también se podría utilizar bebidas de soja, avena o arroz. Yo es la primera vez que uso leche de coco y me ha encantado porque no saboriza tanto como puede parecer. A mí es que no me gusta el coco rallado pero su leche sí.
Si además queréis utilizar harina y levadura libre de gluten o harinas integrales también se puede. En Ecorganic podrás encontrar harinas y productos sin gluten y también la leche de coco, azúcares integrales y moscovados para hacer esta receta.
Y ahora vamos con la receta de este esponjoso y delicioso bizcocho. Si os gusta el plátano ponedlo si no os gusta tanto utilizad compota de manzana.
Bizcocho sin huevo ni lácteos
INGREDIENTES:
– 300 g de harina de todo uso (puede ser sin gluten)
– 1 sobre de levadura Royal o polvo de hornear
– una pizca de sal
– 175 g de azúcar mascabado o integral
– 100 ml de aceite de oliva suave
– 2 plátanos maduros
– 125 ml de leche de coco
– 100 g de chocolate puro sin leche cortado en trozos o en gotas o pepitas (yo usé Valor)
La preparación es sencilla. Primero precalentar el horno a 180ºC y preparar un molde redondo de unos 24 cm con aceite desmoldante, yo he utilizado uno desechable. En un bol mediano tamizar la harina, la levadura y la sal y reservar. Con la ayuda de una batidora hacer el puré de plátano. En un bol grande batir el azúcar con el aceite.
Luego añadir el puré de plátano. Después agregar la leche de coco.
A continuación, añadir la mezcla de harina y con la ayuda de una espátula remover sin sobrebatir hasta que la harina esté integrada. Por último verter las pepitas o trozos pequeños de chocolate.
Llenar el molde con la masa y alisar la superficie (el de la foto es con plátano y azúcar moreno). Hornear a media altura a 180ºC durante 45-50 minutos o hasta que los bordes del bizcocho se despeguen ligeramente del molde o al pinchar el centro con un palito este salga limpio.
Esta masa lleva azúcar blanco y compota de manzana (¿veis el color más claro?)
El sabor del bizcocho hecho con compota de manzana queda más suave y la miga un poco más compacta, muy rico.
El de plátano queda más intenso de sabor y con la miga más suelta, igualmente delicioso.
Pues ya sabéis si tenéis niños en casa con intolerancia o alergia al huevo o a los lácteos ya no tenéis excusa para hacer un postre delicioso. Menudo desayuno o merienda más rica. Lo sano no está reñido con lo sabroso.
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