La Navidad es época de dulces, no hay comida que no acabe con turrones, mazapanes, polvorones y demás dulces típicos. Los más habilidosos se entretienen elaborándolos en casa, pero no todo el mundo tiene el tiempo o la habilidad para eso.
Y como los niños van a tener tantos días de vacaciones, estos bocaditos son ideales para hacerlos con ellos porque son híper fáciles y no se necesita horno. Las galletas hay que triturarlas, las almendras depende, yo compro bolsitas de almendras molidas, pero si no las encuentras tendrás que triturarlas también. A los críos les encantará hacer las bolitas con las manos como si fueran de plastilina y si no tienes niños, no te prives, porque buenos están un rato y quedarás de lujo cuando los saques con el café. Incluso puede ser un buen regalo si los pones en una bonita caja aprovechando que en cualquier lado encontramos cápsulas de papel monísimas.
Ingredientes:
- 1 lata de leche condensada (400 gr.)
- 18 galletas maría (100 gr. )
- 150 gr. de almendras molidas
- 3 cucharadas de cacao en polvo (valor)
Elaboración:
1. Empezamos triturando las galletas.
2. Cuando estén trituradas las mezclamos con las almendras molidas y el cacao.
3. Ahora añadimos la leche condensada y vamos mezclando todo. Si ves que con la cuchara empieza a ser difícil habrá que mancharse las manos, lo importante es que quede todo muy mezclado.
4. Mete la mezcla en la nevera para que tome consistencia por lo menos un par de horas.
5. Volvemos a pringarnos las manos para hacer las bolitas. Si quieres puedes rebozar algunas en azúcar glas y dejar otras sin ella... las ponemos en las cápsulas de papel y las volvemos a meter en la nevera (y allí se conservan estupendamente durante días).
¡Ya te dije que son facilísimos!
¡Hasta el míercoles!
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