¡Estos bocaditos de pollo y champiñones con salsa de boletus están de vicio! Son ideales para una comida o cena de picoteo y son muy fáciles de hacer, pero tienen un peligro: Si los probáis, ¡no podréis dejar de comer! jajaja.
El otro día, navegando por Facebook me salió un vídeo de estos de publicidad donde se rellenaban unas rebanadas de pan bimbo como si fuesen empanadillas. El relleno no me convenció nada, pero la forma de hacer las rebanadas de pan bimbo me pareció original. Por lo tanto, decidí hacer el simulacro de empanadillas con las rebanadas de pan bimbo, pero cambiando el relleno.
¿Y qué relleno iba a poner? Pues ni idea... pero quería que fuese algo con pollo. Por lo tanto, me fui a comprar un par de pechugas de pollo y les dije que me las abrieran un poco para que fuesen más rápidas de hacer a la plancha.
Una vez en la cocina, miré a ver qué tenía a mano, y... ¡A la aventura!... jajaja. Los bocaditos triunfaron. De hecho, desaparecieron en menos que canta un gallo. Tengo que decir que, a parte del relleno, decidí también poner en unos cuantos bocaditos un trozo de loncha de queso, pero luego, a la hora de comérnoslos no supimos distinguir cuál tenía queso y cuál no... o sea, que tampoco afectó mucho al sabor. Igual tendría que haber puesto lonchas de otro tipo de queso.
Con los ingredientes que os pongo os saldrán para unos 20 bocaditos (o quizá más). ¡Todo un atracón!... jajaja. Si no queréis hacer tantos, podéis dividir la cantidad.
Ingredientes:
500 g. de pechuga de pollo abiertas (Podéis pedirlas así a vuestro carnicero)
180 g. de champiñones en lata laminados
200 ml. de nata (crema de leche) líquida
20 g. de coñac
1 cucharadita de polvo de boletus (Si no tenéis, triturad 5 gramos de boletus desecados)
1 huevo
20 rebanadas de pan de molde sin corteza
10 lonchas de queso (opcional)
Queso rallado para gratinar (la cantidad, al gusto)
Aceite
Pimienta
SalPreparación
Como os he dicho en los ingredientes, si no tenéis polvo de boletus, pesad 5 gramos de boletus desecados y trituradlos con una picadora. Precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo.
A continuación, ponemos al fuego una sartén (tipo plancha) con un chorrito de aceite. Salpimentamos los 500 gramos de pechugas de pollo. Una vez esté caliente el aceite, ponemos las pechugas y los 180 gramos de champiñones laminados.
Freímos las pechugas y los champiñones. Cuando se comiencen a dorar las pechugas, paramos el fuego.
Partimos las pechugas en trozos más o menos iguales.
Ponemos en una picadora unos cuantos trozos de pechuga de pollo.
Añadimos unos cuantos champiñones.
Picamos el pollo y los champiñones de forma que no se desintegre todo. Más o menos que queden trocitos pequeñitos como en la foto.
Ponemos la mezcla en un plato. Repetimos la operación hasta acabar con todo el pollo y con los champiñones. En el plato donde estaba el pollo quedará un poco de líquido. No lo tiréis. A continuación, calentamos una sartén con aceite y una vez caliente, ponemos toda la mezcla.
Añadimos los 200 ml. de nata (crema de leche) líquida y el líquido que ha quedado en el plato donde hemos partido el pollo.
Ponemos una cucharadita de polvo de boletus.
Removemos durante un minuto y echamos los 20 gramos de coñac.
Removemos y rectificamos de sal si es necesario. Seguimos removiendo hasta que la salsa haya espesado.
Reservamos la mezcla. A continuación seguimos con las rebanadas de pan de molde. Ponemos una rebanada sobre una lámina de papel film y la aplanamos con un rodillo. Ha de quedar bien fino. Si no, se romperá al doblarlo.
Ponemos un poco de relleno en forma de triángulo de la siguiente forma:
No os paséis con el relleno porque si no, al presionar con el tenedor, se romperá el pan. Opcionalmente ponemos una loncha de queso en forma de triángulo. La loncha no ha de ser demasiado grande. Yo sólo puse una loncha de queso en unos cuantos bocaditos, para probar, pero no notamos la diferencia.
Doblamos el pan de molde formando un triángulo.
A continuación, con un tenedor, y con mucho cuidado, vamos presionando los bordes de la rebanada de pan de molde.
Debe de quedar más o menos así:
A continuación, giramos la rebanada y presionamos los bordes del otro lado con el tenedor. Intentad que quede pegado. Si no se puede, tampoco pasa nada.
Ponemos el bocadito en una bandeja apta para horno forrada con papel para hornear.
A continuación batimos el huevo y con un pincel, pincelamos los bocaditos. De esta forma quedarán más dorados.
Aquí tenemos todos los bocaditos pincelados.
Por último, ponemos sobre los bocaditos el queso rallado.
Introducimos los bocaditos en el horno previamente calentado a 180º con calor arriba y abajo. Los horneamos hasta que estén dorados y crujientes. Servimos inmediatamente. Fríos están buenos, pero calientes están todavía mejor.
¡Espero que os haya gustado la receta! Si es así, no os perdáis mis actualizaciones. Podéis seguirme haciendo click en "Me gusta" de Facebook, añadiéndome en vuestros círculos en Google +, en Twitter, o en Instagram.