Estos bollos tipo brioche son muy típicos en las pastelerías de Madrid. Su nombre se debe a que alcanzaron su popularidad en el ya desaparecido Café Suizo de la capital. De ahí su nombre.
Son tiernos, esponjosos y con una característica capa de azúcar crujiente en la parte superior. Su elaboración es sencilla y los podemos tomar tanto en el desayuno como en la merienda.
Toda una delicia!!!
Ingredientes:
125 ml. de leche
70 gr. de azúcar
2 huevos M
Pizca de sal
4 gr. de levadura seca de panadero
380 gr. harina de fuerza
65 gr. mantequilla punto pomada
Para pincelar:
1 huevo batido
Para adornar:
Azúcar
Agua de azahar o agua
Preparación:
En un bol mezclamos los huevos con la leche, la sal y el azúcar.
En otro mezclamos la harina con la levadura seca.
Incorporamos los líquidos a los secos poco a poco y vamos amasando hasta que desaparezca la harina.
La cubrimos con film y dejamos que repose a temperatura ambiente durante 30 minutos (a esto se denomina autolisis).
Después de este reposo incorporamos la mantequilla, que estará blandita y seguimos amasando otros 10 minutos, hasta que nuestra masa sea elástica y manejable. Se sabe que esta lista cuando al estirarla no se rompe.
Hacemos una bola y la ponemos en un bol engrasado, tapamos con film transparente. Otra opción es hacer la masa por la noche y en este punto dejar a temperatura ambiente una hora y después guardar en el frigo toda la noche; al día siguiente sacamos, dejamos que atempere y seguimos con la receta.
Dejamos levar en un sitio cálido, hasta que doble su volumen, entre 2 hora y media ó 3 horas.
Espolvoreamos un poco con harina la mesa de trabajo y ponemos nuestra masa, desgasificamos presionando.
Preparamos la bandeja de horno con papel vegetal.
Dividimos la masa en porciones del mismo tamaño, en mi caso de 80 gr. Damos forma de bola tensionando la superficie y las vamos depositando sobre la bandeja de horno, un poco separadas entre si, para que a la hora del horneado no se nos unan.
Tapamos con film y dejamos que vuelvan levar hasta que doblen su volumen una hora y media, depende de la temperatura de nuestra cocina.
Precalentamos el horno a 180ºC. calor arriba y abajo.
Pincelamos con huevo batido, realizamos un corte central con unas tijeras y en el centro espolvoreamos con el azúcar mojado (se hace mezclando azúcar blanco con unas gotitas de agua de azahar o agua normal.
Horneamos unos 13-16 minutos o hasta que se vean doraditos.
Sacamos del horno y dejamos que enfríen completamente sobre una rejilla.
Ricos, ricos!!!
FUENTE: "alma_cupcakes"