Esta semana está siendo una semana muy, muy dulce, no sólo por nuestra segunda cita con el Reto "Alfabeto Dulce" que sé que os tiene a muchos de cabeza, sino también porque yo también he andado de cabeza preparando unos postres para el "Mercadillo Solidario" del colegio de las niñas.
Hace unos años fue el bizcocho de la solidaridad. Aún no tenía blog, así que no os puedo enseñar las fotos, pero creo recordar que se trataba del típico bizcocho de yogur (el de las medidas con vasitos) que después decoré con un corazón de azúcar glas. Sencillo pero resultón.
Luego después vinieron dos años seguidos de galletas de chocolate y Lacasitos que siempre dan un resultado espectacular, además de ser súper sencillas de elaborar, prepararse con bastante rapidez y desaparecer con la misma rapidez (en esto último, mis hijas son verdaderas expertas).
Pues bien este año he preparado cheesecakes individuales (los he presentado en papelitos de magdalenas) de dos sabores: melocotón y fresas y esta bomba de marshmallows y chocolate que os voy a enseñar a continuación. Todo lo que recauden en el mercadillo después de vender los postres y los trabajos manuales que han hecho (pulseras, collares, bolígrafos y carpetas decoradas, etc.) será a beneficio de las personas damnificadas por el terremoto de Ecuador.
Y según parece, por informaciones recibidas "antes del cierre de esta edición" (como en los periódicos), habían vendido todo. ¡¡Bieeeenn!! Cuanto me alegro, y si es por una buenísima causa como esta, mucho mejor. Ojalá que este reto, también sirva para ayudar a los que lo necesitan.
Volviendo al tema que nos ocupa, repito lo que decía al principio, acerca de los quebraderos de cabeza. ¿Qué os ha pasado? ¿Os ha parecido una combinación complicada la elegida por nuestras compis Pili del blog "Tothom a la cuina" y Eva de "Dulzura Extrema"?
Os pongo en antecedentes para los que no lo sepáis o para los que hayáis descubierto el #retoalfabetodulce por primera vez. Este mes las encargadas de elegir los ingredientes han optado por las nubes o marshmallows y por los sobaos, respectivamente.
Ya sé que el reto se está complicando un poco, pero también cuando lo comentamos, nos pareció divertido y original. También sé que ya de por sí muchas veces nos cuesta sacar tiempo para preparar una receta con un sólo ingredientes, como para que ahora tengamos que pensar en una receta combinando dos.
El reto es un juego que pretende reunirnos a todos mensualmente y hacernos pasar un rato divertido y a la vez instructivo, aprendiendo de lo compartido por nuestros compañeros. Si consideráis que debemos volver a los orígenes, es decir, a elegir un único ingrediente, lo proponemos y decidimos entre todos.
Pero este mes, queridos míos, la suerte está echada y yo os voy a contar a continuación, el postre que he preparado. Reto superado y creo que con nota o eso han dicho los que lo han probado. No me enrollo más...
Ingredientes
Para la bomba de chocolate y nubes
150 gr. de migas de sobaos
1 cucharada de cacao en polvo
100 ml. de leche desnatada
100 gr. de nubes o marshmallows
125 ml. de nata (crema de leche) líquida para montar 30% M.G.
100 ml. de leche desnatada
200 gr. chocolate negro para postres
Para la decoración
75 ml. + 200 ml. de nata (crema de leche) líquida para montar 30% M.G.
100 gr. de nubes o marshmallows
Colorante alimenticio (opcional)
Elaboración
En un recipiente, desmigamos los sobaos y los mezclamos con el cacao en polvo. Cubrimos las paredes interiores de un bol de tamaño medio con papel film y lo forramos con las migas de los sobaos presionando con los dedos para que las migas formen una masa compacta (yo no he añadido mantequilla, ya que los sobaos ya tienen bastante mantequilla de por sí en su composición). Reservamos.
Ponemos a calentar un recipiente con agua y ponemos sobre él otro para cocinar al baño maría la leche con las nubes, revolviendo continuamente hasta que se disuelvan por completo.
Una vez que las nubes están todas fundidas, retiramos el recipiente del baño maría y añadimos el chocolate picado a la mezcla todavía caliente, revolviendo hasta que se derrita y se integre en la mezcla anterior. Dejamos que se enfríe a temperatura ambiente.
Montamos la nata (crema de leche) con ayuda de unas varillas eléctricas y la incorporamos en la crema de chocolate integrándola con movimientos envolventes.
Vertemos la crema sobre la corteza, cubrimos con un papel film y refrigeramos toda la noche.
Para adornar la bomba de chocolate, vamos a preparar una crema de nubes, para ello deshacemos de nuevo al baño maría las nubes en una parte de la nata (crema de leche) y dejamos que se enfríen. Montamos el resto de nata (crema de leche) a punto de nieve agregando la nubes derretidas poco a poco y montándolas a la vez. Podemos añadir un poco de colorante si queremos que el color sea más intenso.
Desmoldamos el pastel poniendo boca abajo el bol sobre un plato. Retiramos el papel film. Llenamos una manga pastelera con la crema de nubes y con una boquilla de estrella abierta vamos haciendo rosetas sobre el pastel, cubriéndolo por completo. Refrigeramos de nuevo hasta el momento de servir.
Yo lo he decorado con unas banderitas que he hecho yo misma con washi tape y palitos de brocheta.
Yo no sé qué pasa, pero es ver el chocolate y la gente se tira en plancha y después pregunta... ¿qué lleva la tarta? Algo así ha pasado en esta ocasión y ha gustado mucho la combinación de chocolate con nubes, sobretodo por lo aterciopelada y esponjosa que ha quedado el relleno de chocolate.
Las famosas nubes, como casi todo el mundo las conocemos, también se llaman malvaviscos, marshmallows o esponjitas y como son pura azúcar, ya endulzan lo suficiente y así evitamos tener que añadir un extra de azúcar a la receta.
Con los sobaos pasa lo mismo. Como la mantequilla es uno de sus principales ingredientes, la corteza que recubre el relleno de este pastel sólo está hecha con sobaos y cacao en polvo. La textura grasa del sobao hace que cuando lo presionamos se compacte de la misma manera que cuando utilizamos mantequilla derretida y galletas.
Espero que os haya gustado la receta de hoy, que le perdáis el miedo a estas combinaciones de ingredientes que a priori pueden parecer complicadas, pero que al final resultan la mar de divertidas.
Y vosotros ¿qué habéis preparado?