Las nuevas generaciones deben pensar que todo lo que ocurre en el mundo sólo se conoce gracias a las redes sociales, y supongo que no pueden imaginar un mundo en el que nadie sepa qué has hecho el finde, lo bien que te lo has pasado en la cena o el grano que te acaba de salir con su foto correspondiente. Sobre este afán exhibicionista habría mucho que hablar, pero no es el tema.
Lo que digo es que el ser humano es cotilla por naturaleza y en todas las épocas las noticias han corrido como la pólvora por el método más antiguo que existe: el boca a boca.
El escabeche, que según todos los indicios viene de una preparación árabe, llegó al Imperio Romano y de ahí se transmitió a "la humanidad".
Es normal, imagínate un mundo sin neveras... bueno sin nevera y sin millones de cosas de hoy en día, y alguien te cuenta una manera de conservar los alimentos unos cuantos días sin que se estropeen... hoy seguro que lo colgaríamos en el face, jajaja, pero gracias al boca a boca se fue extendiendo este método de conservación de los alimentos que además estaba increíblemente bueno, y por eso ha perdurado hasta hoy.
Uno de los mejores escabeches se hace con bonito o atún y es el que te traigo aquí hoy, porque es muy sencillo de hacer en casa y está para volverse loco. Pero un poquito de calma, que hay que esperar al día siguiente para que coja todo el sabor, y esto es muy importante.
Al lío:
Ingredientes:
- 600 gr. de bonito
- 1 cebolla
- 3 hojas de laurel
- 10 o 12 granos de pimienta negra
- aceite de oliva suave
- 1 vasito de vinagre
- 1/2 vasito de vino blanco
- sal
Elaboración:
1. Limpiamos el bonito quitando la piel de alrededor y la espina central y revisando si ha quedado alguna espina.
2. En una sartén con un dedo de aceite de oliva (mejor suave que virgen extra), freimos los trozos sazonados con sal, no te quedes corto porque el escabeche admite bastante sal y soso no vale para nada.
Tampoco hay que pasarse al freírlo porque sólo es para sellarlo. Luego lo reservamos en un plato.
3. En la misma sartén o cazuela con el aceite de freír el bonito, pochamos la cebolla en juliana, los ajos enteros, los granos de pimienta negra y las hojas de laurel.
4. Cuando la cebolla empiece a estar transparente, añadimos el vino y el vinagre. Bajamos el fuego y dejamos que reduzca casi a la mitad.
5. Ahora que ha reducido, metemos los trozos de bonito en el escabeche y los dejamos tres o cuatro minutos nada más a fuego medio para que no quede muy seco.
6. Ponemos todo en un recipiente y lo tapamos con papel film. En cuanto esté frío lo metemos en la nevera y lo dejamos hasta el día siguiente como mínimo para que absorba todo el sabor.
En la nevera se conservará varios días sin problema pero también podemos congelar parte de la cantidad que hemos hecho para otra ocasión. Lo puedes servir tal cual en los trozos o lo puedes desmenuzar y guardar en botes bien cerrados.
¡Espero que te guste!