Hoy es el primer día que siento que estoy en otoño, hace frío, la niebla no deja ver más allá de la casa del vecino y apetece prepararse un buen café acompañado con un Bretzel de calabaza e intentar pensar en cosas bonitas.
Creo que no hay nada más famoso en estas tierras de centro Europa que los bretzel en versión salada mojados en una buena salsa de queso y con la super jarra de cerveza bien agarrada para brindar con los amigos en el Oktoberfest. Me fascina ver a esas camareras con tropecientas mil jarras de cerveza que pesan un quintal como si llevaran una pluma y con una sonrisa de oreja a oreja. Yo no puedo ni con dos jajajaja. En la zona de Alsacia es bastante normal encontrar puestos con la versión dulce, fritos en sartén, super esponjosos y bien cubiertos de azúcar, así que pensando me decidí por la versión cocidos en horno y dulces por eso de subir el ánimo. Prometo poner la versión salada en breve con salsa incluida!.
Pasear por el bosque estos días es una explosión de colores, todos los árboles están para enmarcarlos antes de que se queden sin hojas, las granjas están a rebosar de calabazas de todos los colores y formas, hay tanta variedad que los ojos y las manos no me dan abasto, me las llevaría todas a casa. Para preparar estos bretzels lo mejor es que aséis una calabaza grande al horno, uséis una parte para hacer esta receta y el resto para hacer una crema, os digo yo que al hacerla asada el sabor de la crema es infinitamente mejor que si la preparáis cocida simplemente, además, no os costará nada pelar la calabaza, consejito de los buenos.
Si hay algo que me encanta es que en esta época del año casi cada fin de semana hay un mercado temático con productos de temporada, que si la fiesta de la cebolla, trufa, queso,castañas, calabazas...son el preludio de los mercados navideños. Pasear, buscar, descubrir nuevas variedades, degustar ( ésta es la parte que más me gusta) y llegar a casa, desempaquetar y comenzar a pensar en recetas para sacar el mejor provecho de cada adquisición es mejor que abrir los regalos el día de los reyes magos! Si es que soy muy facilona para hacerme feliz verdad?.
Vamos a por la receta que necesita su tiempo y no quiero que lo perdáis leyendo mis historias para no dormir. Antes os recuerdo que paséis por los blogs de mis compis para ver que han cocinado: Rosa, Lourdes y MJosé.
INGREDIENTES
* 450g harina de media fuerza
* 7g levadura seca de panadero
* 50g azúcar moreno
* 1 cucharada de miel
* 150ml leche
* 1 cucharadita de sal
* 1 cucharadita de especies ( mezcla al gusto de canela, nuez moscada, clavo, jengibre)
* 200g puré de calabaza
* 1 huevo
* 2 cucharadas de aceite girasol
* 250ml agua
* 2 cucharadas colmadas de bicarbonato sódico
Rebozado de azúcar
* 60g mantequilla
* 70g azúcar moreno
* 1 cucharada de mezcla de especies
ELABORACIÓN
1. Activar la levadura en un bol mezclando la leche templada con la cucharada de miel y la levadura. Dejar 10 minutos, cuando espume la tenemos lista.
2. En un bol amplio mezclar la harina, azúcar, sal, especies, el puré de calabaza ( resultado de asar la calabaza al horno durante 1 hora a 170°C), el aceite de girasol, el huevo batido y la mezcla de levadura. Mezclar bien con una cuchara de madera hasta que se integren bien todos los ingredientes. Amasar un minuto sobre la superficie de trabajo ligeramente engrasada y devolver la masa al bol, cubrir con papel film, y dejar en un lugar sin corrientes de aire durante 10 minutos. Transcurrido el tiempo volcar la masa sobre la mesa de trabajo y volver a amasar un minuto. Repetir esta operación tres veces más, devolver la masa al bol, taparlo bien y dejarlo levar durante una hora o hasta que haya doblado su volumen.
3. En un cazo calentar los 250ml de agua hasta hervir, apagar el fuego y unir las dos cucharadas de bicarbonato. Reservar. Una vez levada la masa, dividirla en porciones de unos 80g cada una, me han salido 11 piezas. Ir tomando cada pieza de masa y formar un cordón de unos 25 cm de largo, darle la forma de bretzel, sumergir cada pieza formada en ese baño de bicarbonato y acomodar en una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado. Dejar distancia entre ellos para evitar que se peguen durante el horneado.
Calentar el horno a 210°C mientras dejamos levar los bretzels durante 25 minutos. Hornear 10 minutos, a mitad de la cocción rotar la bandeja de horno 180 grados para tener un horneado uniforme. Estarán listos cuando estén dorados.
4. Derretir la mantequilla y en un plato hondo mezclar el azúcar moreno con la mezcla de especies. Una vez horneados los bretzels pintarlos con la mantequilla y pasarlos por la mezcla de azúcar para que queden bien rebozados.
Una receta perfecta para el otoño, con un buen café, a media tarde o simplemente cuando tengamos un antojo os aseguro que seréis felices con cada bocado. Qué os aproveche!