Sí. Hoy voy a abogar por los postres, pero claro que no por todos o por cualquiera; porque -ustedes disculpen- pero también en el mundo postrero hay "razas" o niveles, pues.
Así como hay unos que de verdad no tienen -para mí- razón de ser, porque no aportan nada de nada (ni sabor ni contenido nutrimental) como los empacados de las marcas grandes; hay otros que valen mucho la pena y el gasto: los que se hacen en casa, con ingredientes de calidad y con mucho amor. Lo malo de esto es que te acostumbras y cuando alguna vez te topas con la situación de que no alcanzaste a hornear y llegas a un lugar que presume de postres o panadería gourmet y shalalá, lo compras y... te das cuenta que nomás no... ¡Oh, decepcion!. Sí, me pasó este fin de semana y me molestó mucho: compré un muffin de plátano con cardamomo y nuez. Se veía muy bien, el precio de 35 pesos podía prometer ingredientes -si bien no orgánicos- al menos comunes de calidad... peeeero, nada.
Cuando como algo, sobre todo si no lo hice yo, me gusta observarlo, imaginarme cómo fue hecho, ver si me transmite algo... olerlo y adivinar o detectar ingredientes para así agrandar mis ansias de morderlo y no... no olía ni sabía a plátano y, mucho menos, a cardamomo. Lo mordí para ver si me sorprendía por aquéllo de que me estuviera fallando el olfato y fue peor masticar una bola de masa azucarada insípida. Ya mejor ni les digo a dónde fue a parar. A ver si aprendo y me apuro a sacar mi línea a la venta ya.
Pero se supone que iba a abogar por los postres ¿verdad?. Es que también soy testigo de cómo los culpan de muchos problemas de sobrepeso y desórdenes alimenticios, cuando para mí, no hay peor villano que... nuestros pensamientos negativos y creencias arraigadas.
O piensen ustedes en qué se les viene a la mente después de pensar en su postre favorito... ¿culpa? ¿ejercicio para compensar? ¿pecado? ¿falta de control? (denme más ideas o frases de saboteo)
Y la verdad es que si lo vemos desde otro punto de vista, los postres no son tan malos, sobre todo si los hacemos nosotros, sabemos de qué están hechos, los comemos en el momento más conveniente del día, con tranquilidad, felicidad y consciencia. Les aseguro que un postre hecho de harina integral de grano entero, con ingredientes nutritivos, satisface al cuerpo pronto, a diferencia de los "otros" vacíos y cargados de azúcar. Inténtenlo y me cuentan.
Semitips, el boletín
Desde el mes pasado empecé a editar un boletín mensual, con recetas exclusivas para los suscriptores de mi fanpage "Semillitas, postres que nutren". A diferencia del blog, que es en donde me explayo en todos los temas que me interesan, en Semitips me concentro sólo en temas de recetas y tips. De hecho, esta receta es para el boletín, pero se las quise compartir aquí también, porque es buenísima y así se pueden dar una idea y puedan suscribirse, si les late.
Así que aquí les va.
La receta de la semana
¿Por qué digo que son una maravilla? Pues porque son sin gluten, sin azúcar añadida, sin lácteos, llevan cacao, colágeno hidrolizado y puré de manzana. ¿Quieren compararlo con un brownie común? ¡Va!
Brownies con manzana y colágeno
Ingredientes:
1/3 de taza de chispas de chocolate o chocolate 80% cacao
1/4 de taza de cacao en polvo
3 cucharadas de aceite de coco
3 cucharadas de mantequilla de coco (puedes usar mantequilla normal o ghee, pero no será libre de lácteos)
1/4 de taza de harina de coco
3 cucharadas de arrurruz, arrowroot o maizena
2 cucharadas de colágeno hidrolizado (yo usé NaturaVía)
1/4 de cucharadita de bicarbonato de sodio
pizca de sal
1/2 taza de miel de maple (puedes usar 1/3 de taza)
2 huevos
1/4 de taza de aceite de oliva
1/4 de taza de puré de manzana (cuece la manzana y muélela o licuala)
Cómo hacer:
Precalienta horno a 175°C
Forra un molde cuadrado con papel para hornear
-Derrite el chocolate a baño maría, junto con el aceite de coco, la mantequilla de coco y el cacao en polvo. Mezcla bien y reserva para que quede a temperatura ambiente.
-En un tazón aparte, combina los ingredientes secos (harinas y polvos cernidos); agrega los ingredientes húmedos (miel, puré de manzana, huevos, aceite de oliva) y mezcla con un batidor globo.
-Añade la mezcla anterior al chocolate derretido con el aceite de coco que dejaste enfriar y combina hasta que quede homogéneo.
-Vierte la mezcla en el molde y hornea por 25-30 minutos, cuidando que no se sobrehorneé (una pista son las orillas, cuando empiezan a separarse un poco de la pared del molde, aunque el centro quede suave aún). Recuerda que se sigue cocinando en el molde, una vez fuera del horno. También puedes usar un palillo, sólo que en esta ocasión debe salir húmedo.
-Deja enfriar bien y disfruta.
Espero te guste tanto como a mí. Si no tienes colágeno, omítelo. Nos leemos pronto con más noticias y recetas.
Un abrazo solidario a quienes lo necesitan.
Fuente: este post proviene de AleTorresBlog, donde puedes consultar el contenido original.
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