"Tu ♥ receta en mis fogones".
Un día mientras nadaba, se me encendió la bombilla y pensé que me apetecía mucho hacer recetas de mis amigas, familiares y gente querida. Esas recetas con historia, las que nunca fallan y que siempre se hacen con mucho cariño porque sabes que el éxito está asegurado.
Quiero empezar con la receta de mi querida amiga Cris, ella fue la primera en enviarme su querida receta y encima con historia.
Te diré que me emocioné al leerla y hoy te la presento con mucho cariño. Yo nunca la había probado y a mi marido y a mí nos encantó.
Esta es su historia...
La abuela de Cris, Ana, era Gaditana y tuvo 8 hijos.
Su marido trabajaba de viajante por todo el mundo y paraba muy poco en casa con su familia.
Ana siempre estaba al mando del cuidado de sus hijos y se hacía cargo de la economía de la casa, seguramente con muchas dificultades.
A Cristina le explicaba que a la hora de la merienda salía al balcón y les tiraba a cada uno de sus hijos un poco de pan con unas onzas de chocolate metidas dentro.
Ella siempre se las ingeniaba para hacer platos muy económicos y sanos, como estas ricas caballas.
No hace falta tener mucho dinero para comer bien, solo hace falta tener ingenio.
Muchas gracias Cris por compartir la receta de tu yaya Ana, fue una gran mujer; luchadora, fuerte y gran madre.
INGREDIENTES PARA 3 PERSONAS:
♥3 caballas frescas
PARA EL ADOBO:
♥4 dientes de ajo
♥1 cucharadita de sal
♥2 cucharadas de orégano
♥1/2 cucharada de pimentón
♥vinagre (la cantidad suficiente para cubrir la caballa) añadí 280 grs.
PARA FREÍR:
♥harina
♥aceite
ELABORACIÓN:
Pide en la pescadería que retiren la cabeza y tripas de las caballas, y que las corten en rodajas gruesas.
Coloca las caballas en un recipiente y reserva.
En un mortero machaca los ajos y la sal. A continuación añade el orégano, el pimentón y el vinagre.
Remueve bien toda la mezcla.
Vierte sobre las caballas. Deben quedar cubiertas, si no fuera así, añade más vinagre.
Deja macerar mínimo unas 2 horas dentro de la nevera (yo lo dejé toda la noche).
Pasado el tiempo de maceración, escurre las caballas sobre papel absorbente y añade un poco de sal. Enharina el pescado.
En una sartén añade abundante aceite y cuando esté caliente, fríe las caballas.
Una vez estén doradas, retira y coloca sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
Espolvorea con perejil picado (opcional).
¡Un plato ideal para tapear!
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