Esta receta sacada de los cuadernos de la abuela es una de las favoritas en mi casa. El contraste de la salsa de la carne con el crujiente de los cogollos hace que este plato sea una delicia además de bajo en calorías ya que las lechugas sustituyen a las clásicas patatas fritas para acompañarlo.
Ingredientes:
1 Kg de cabezal de cerdo
200 gr de taquitos de jamón serrano
3 cogollos de lechuga
1 cebolleta
3 dientes de ajo
un manojito de perejil
2 hojas de laurel
1 limón
1 clavo
pimienta negra molida
caldo de carne
1 vasito de vino blanco
1 patata
aceite de oliva virgen extra
Sal
En una cacerola amplia ponemos un poco de aceite de oliva. Cuando esté caliente añadimos los taquitos de jamón y los doramos.
Sobre los taquitos agregamos la cebolleta, los dientes de ajo y el perejil cortados muy finamente. También ponemos medio limón cortado en rajitas, el laurel y el clavo. Rehogamos todo el conjunto.
Cortamos la carne en dados, la salpimentamos y la añadimos a la cacerola.
Cuando esté rehogada le añadimos el vasito de vino blanco.
Agregamos el caldo de carne y dejamos hervir a fuego medio hasta que la carne esté tierna. Si es necesario se puede añadir más caldo de carne durante la cocción.
Cuando la carne esté lista le añadimos la patata cortada en pequeños pedacitos para que una vez que haya hervido se disuelva en la salsa y la espese.
Lavamos los cogollos, los escurrimos bien y cortamos por la mitad.
Servimos los cogollos junto con la carne guisada napándolos con un poco de la salsa.