Esta es una receta de cocina de aprovechamiento. Si un día os sobra carne asada probadla porque merece la pena.
Está basada en una receta que descubrí hace algunos años en el blog de El Comidista y cuando la vi pensé: esto es para mí, con lo que me gusta la carne fría... Desde ese momento la he preparado, con algunas variaciones, innumerables veces y me gusta tanto que hasta hago la carne asada a propósito para poder prepararla así.
Aquí os dejo mi versión. Espero que la disfrutéis tanto como yo.
¿Qué necesito?
1/2 kg. de carne (lomo o solomillo a poder ser)
125 grs. de aceitunas deshuesadas de buena calidad
1 pimiento rojo asado
1 cebolla roja pequeña
1 diente grande de ajo
1 cucharadita generosa de pimentón dulce
Vinagre de Módena
Aceite de oliva virgen
Sal
¿Cómo lo hago?
Asamos el pimiento durante una hora más o menos en el horno a baja temperatura. Cuando veamos que está blandito lo quitamos del horno y tapamos la fuente donde lo hemos asado con un poco de papel de plata y dejamos que se enfríe. De esta forma la condensación hará que sea muy fácil quitarle la piel una vez frío. Lo pelamos, troceamos y reservamos los jugos que haya soltado.
Asamos la carne, embadurnada de aceite y salpimentada, en el horno a 180º durante unos 20 minutos (es mejor que no esté muy pasada o quedará demasiado seca). Cuando esté lista, la sacamos, fileteamos y reservamos los jugos que suelta junto con los del pimiento.
Ponemos la carne y el pimiento picado en un bol grande.
Por otro lado, preparamos el escabeche: primero picamos la cebolla en juliana muy finita y la metemos en un cuenco, añadimos las aceitunas (nosotros hemos usado aceitunas taggiasche, una variedad italiana buenísima, pero unas kalamata o negras de Aragón nos darán un sabor estupendo también). Cortamos el ajo en láminas (grandecitas para que nadie se lo coma por error) y lo añadimos también.
Por último en el vaso en donde teníamos los jugos, echamos 3 o 4 cucharadas de aceite, un chorro generoso de vinagre de Módena, la sal y el pimentón. Revolvemos bien y lo vertemos en el cuenco de las aceitunas. Revolvemos.
Para terminar mezclamos la carne y los pimientos con el escabeche. Tapamos el bol y lo metemos en la nevera durante unas horas, mejor de un día para otro. La sacamos de la nevera un poco antes de consumirla, pues debe estar a temperatura ambiente.
Esta carne se puede tomar así o, si os da no sé qué comer frío, podéis meterla en un bocadillo y será una experiencia cercana a estar al paraíso.