Después de unos días ausente, hoy os traigo la primera receta "salada" del blog, que espero sea la primera de muchas más.El por qué de dedicar el blog a recetas de este tipo, además de las dulces, radica en mi pasión por la comida en general. Durante toda mi vida he disfrutado de la comida que preparaba mi madre, que había aprendido a cocinar directamente de su madre. Toda mi familia es cordobesa y quería compartir con vosotros algunas de las recetas que han dejado una huella imborrable en mi paladar y espero que en el vuestro también lo hagan, a partir de ahora.
Como he dicho, esta comida siempre ha formado parte de mi menú de día a día y, como ya conocéis mis reticencias a mantener una dieta por mucho tiempo, siempre iba acompañada de un buen postre doble. Cuando después de pasar en Terrassa nueve años, marché a vivir a Sevilla debido a un cambio en el trabajo de mi padre, mi familia descubrió un mundo de sabores cuyo potencial ayudó a perfeccionar las recetas ya por sí deliciosas y típicamente andaluzas que preparaba mi madre. Hoy en día, cuando hace ya 5 años que volví a Terrassa, cada año viajo a Andalucía, debido a un deseo constante de no dejar escapar mis raíces, y de allí descubro nuevos platos con los que disfruto muchísimo. La receta que os traigo hoy contiene un poco de mi última visita a Sevilla hace dos semanas.
La carrillada es una carne extra melosa y deliciosa que proviene del cerdo y cuya variante ibérica es difícil encontrar en Cataluña. Sin embargo, en su variante no ibérica también es maravillosa. Me atrevería a decir que poca carne habéis probado con una textura igual. La descubrimos en Andalucía, en las tapas que cada fin de semana degustábamos en los típicos bares andaluces. Desde el primer bocado, la curiosidad llevó a mi madre a preguntar en una carnicería cercana a casa cuál es el mejor modo de cocinar esta carne. Desde entonces, la cocinaba frecuentemente y en nuestra casa siempre tuvo un gran éxito. No obstante, en mi última visita a Sevilla probé una variante un tanto distinta de la receta, que consiste principalmente en sustituir el vino blanco por vino dulce de Pedro Ximénez.
Sé que estaréis deseosos de descubrir como prepararla, así que sin entreteneros más
doy paso a la receta:INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS:
1 kg. de carrillada (preferiblemente ibérica)
3 cebollas
6 ajos
Comino, al gusto
Una o dos guindillas, depende de si os gusta el picante
Aceite
Un vasito de vino Pedro Ximénez
Un vaso de agua
Sofreír la carne en un dedo de aceite.
Picar las cebollas y los ajos y freírlas en el mismo aceite.
Triturar el sofrito anterior y cocinarlo junto a la carne en el mismo recipiente.
Añadir comino, las guindillas, el vino y el agua a la carne con el sofrito.
Cocinar a fuego lento. Que haga "chup-chup" (según mi madre).
La carne estará lista cuando esté tierna y el sofrito haya ligado con el vino y el agua.
*Si se cocina en olla exprés, la carne estará tierna en 30 minutos. En cambio, si se cocina en un perol u otro recipiente de este tipo, cocinarla durante al menos una hora.
Y esta ha sido la receta. ¿Facilita, verdad? Pues, ¡a disfrutarla!
¡Hasta otra!