Tercer domingo de mes, toca viaje por el mundo de la mano del reto Cocinas del Mundo, de La Cajita de Nieves y Elena. En esta ocasión viajamos a Cerdeña.
La cocina sarda fué declarada en 2010 patrimonio inmaterial de la UNESCO. Su cocina es muy variada, basada en platos de pastores, pescadores y agricultores.
Esta vez me he tirado a un postre de queso (que me gusta un queso) y la verdad es que es sorprendente, salvados los problemas con la masa, he de decir que es un postre para quien no le guste demasiado el dulce, y que entra de maravilla, aunque es consistense, eso sí. Es un dulce típico de pascua.
Está buenísimo y es todo caserito, como a mi me gusta.
TRADICIONAL
Ingredientes:
250g. sémola
50g. manteca de cerdo
sal
500g. queso ricotta
100g. azúcar
1 huevo
1 clara de huevo
1 yema de huevo
zumo de 1/2 limón
Preparación:
- Mezclar la sémola con la manteca ablandada, la sal y la clara.
Aquí viene el quit de la cuestión. La masa quedaba muy "granulosa" así que añadí agua en pequeñas cantidades, hasta que quedó una masa similar a la de las galletas. Añadid el agua fría poco a poco, remover y comprobar. Si nos pasamos, adiós masa.
Cubrir con un trapo y reposar mientras hacemos el relleno.
- En un bol mezclamos la ricotta, el azúcar, el huevo, la yema y el zumo de limón y lo batimos bien, hasta integrar todos los ingredientes.
- Vamos cogiendo bolas pequeñas de masa, las aplanamos sobre un papel sulfurizado y les hacemos cuatro pellizcos, fomando un paquete en forma de cuadrado. Los vamos pasando a una bandeja de horno.
- Rellenamos (no mucho, o se desborda) los paquetitos y los horneamos 30/35 minutos a 180º
- Espolvorear azúcar glass
Hace un cafetito?