Al igual que otras cazuelas tradicionales malagueñas, la de atún con patatas en amarillo es una auténtica delicia. Hay quien le gusta añadirle un puñadito de fideos gruesos, eso lo dejo a vuestra elección.
Personalmente prefiero hacerla solo con las patatas ya que aportan una melosidad a la cazuela difícilmente superable. Como se suele decir, "a veces menos es más", sobre todo cuando hablamos de ingredientes de primera calidad.
Ingredientes:
1 filete de lomo de atún rojo grueso
3 patatas
3 hojas de laurel
4 dientes de ajo
1 cebolla
1 copa de vino blanco fino o manzanilla
Azafrán en hebras
Sal
Pimienta negra molida
1 manojito de perejil
Aceite de oliva virgen extra
Comenzamos rehogando en aceite de oliva la cebolla y dos dientes de ajo muy finamente picados junto con las hojas de laurel. Añadimos un poco de sal al conjunto.
En el mortero hacemos el "majaíllo" con los otros dos dientes de ajo crudos y el azafrán. Nos ayudamos incluyendo un poco de sal gruesa para que no salten los ajos.
Cuando la cebolla esté transparente le agregamos las patatas peladas y casqueadas. Bajamos el fuego y dejamos tranquilamente que se confiten moviéndolas de vez en cuando para que no se peguen y se hagan todas por igual.
Una vez que tengamos todas las patatas confitadas y tiernas añadimos un poco de pimienta negra molida y el atún cortado en dados.
Rehogamos unos minutos el atún y añadimos la copa de vino blanco.
Esperamos a que se evapore el alcohol y le agregamos el "majaíllo" diluído en un vaso grande de agua.
Es importante no cocinar el atún en exceso ya que quedaría excesivamente seco y se echaría a perder nuestra cazuela. Entre 5 y 10 minutos a fuego suave tendremos listo nuestro plato.
Probamos para rectificar de sal en caso necesario.
Antes de servirlo bien caliente espolvoreamos con perejil picado.