Después de las vacaciones, La Cocina de Catina vuelve con nuevas recetas y con muchas ganas de seguir compartiendo con tod@s vosotros.
Esta cazuela de berenjenas resulta un plato sencillo y a la vez delicioso. De la berenjena, os contaré que es muy habitual en la gastronomía de numerosos países (es una hortaliza que aporta muy pocas calorías y es una excelente fuente de antioxidantes). Las mejores opciones para consumirla son: asadas, hervidas, al horno, al vapor y rehogadas con poco aceite. Además nos pueden servir como guarnición para carnes y pescados.
Ingredientes para 4 personas:
2 berenjenas
sal
5 cucharadas de aceite
1 diente de ajo picado
1 cebolla picada
1 pimiento verde sin semillas y muy picado
400 gr de tomate de lata picados
1/2 vasito de vino tinto
una pizca de azúcar
una pizca de menta
pimienta negra recién molida
100 gr de cintas de tallarines
6 rodajas de queso curado
25 gr de queso parmesano rallado
mantequilla fundida para engrasar
Preparación:
Limpiamos las berenjenas y las cortamos en rodajas de medio centímetro de espesor. Las colocamos en capas con algo de sal entre las capas en un escurridor, poniéndole algo de peso encima para ayudar a que expulsen el agua amarga que sueltan las berenjenas.
Precalentamos el horno a 180 grados.
Calentamos 2 cucharadas de aceite en una cazuela, añadimos el ajo, la cebolla y el pimiento verde y rehogamos durante 5 minutos aproximadamente hasta que la cebolla se ablande y se dore. A continuación agregamos los tomates y el vino. Sazonamos con sal, azúcar, lamenta y un poco de pimienta recién molida. Dejamos que hierva suavemente para que reduzca y espese.
Mientras tanto ponemos a hervir una cazuela de agua con sal y cocemos los tallarines durante 10-12 minutos, hasta que estén al dente. Los escurrimos en un colador grande.
Calentamos el resto del aceite en una sartén, añadimos las rodajas de berenjena y las freímos suavemente hasta que se coloreen ligeramente por ambos lados. Las retiramos con una espumadera, procurando escurrirlas bien.
Engrasamos una cazuela baja de horno con mantequilla fundida y extendemos por el fondo una tercera parte de la salsa de tomate preparada anteriormente.
Ponemos encima la mitad de los tallarines, después la mitad de las rodajas de berenjena y la mitad del queso curado. Cubrimos todo con otra tercera parte de salsa de tomate y luego el resto de los tallarines, las rodajas de berenjena y el queso curado.
A continuación, extendemos el resto de la salsa de tomate sobre las rodajas de queso y espolvoreamos por encima el queso parmesano.
Metemos al horno y lo mantenemos durante unos 20 minutos, hasta que se caliente a fondo. Servimos en la misma cazuela de hornear para que conserve el calor.