Si buscáis un primero para una cena o comida especial, estáis en el post adecuado. Esta cazuela es sencilla y, con estos ingredientes, es prácticamente imposible que salga mal.
Además os ganaréis a vuestros invitados porque es muy difícil resistirse a un plato que incluya pulpo, almejas y langostinos, ¿no creéis?
¿Qué necesito? (para 4 personas)
400 grs. de pulpo (1 pulpo pequeño)
350 grs. de almejas
8 langostinos
1 cebolla mediana
1 diente de ajo
1/4 de pimiento rojo
Vino blanco
Perejil
1 cucharada de harina
1 cucharadita generosa de pimentón dulce
Sal
¿Cómo lo hago?
Cocemos el pulpo, aquí tenéis las instrucciones.
Abrimos las almejas al vapor y reservamos el agua.
Picamos la cebolla y el pimiento en juliana y el ajo en rodajas y los pochamos con un chorrol de aceite en una cazuela o sartén honda.
Cuando la cebolla esté transparente añadimos el pulpo cortado en rodajitas. Revolvemos y dejamos que se haga durante un par de minutos a fuego bajo. Ahora echamos las almejas y un chorro generoso de vino blanco, subimos el fuego y hasta que se evapore el alcohol.
En el agua de las almejas, que habíamos reservado, disolvemos una cucharadita de pimentón dulce y, una vez que ya no huela a vino, añadimos esta agua al resto de ingredientes junto con una cucharada de harina para espesar la salsa y sal al gusto. Revolvemos bien. Por último, colocamos encima los langostinos para que se hagan con el vapor de la cocción y dejamos que se haga todo durante tres o cuatro minutos. Añadimos un poco de perejil picadito por encima y ya lo podemos servir.
Este plato se puede acompañar con patatas cocidas o con arroz en blanco, de cualquier forma estará exquisito.