Que realmente de chapata solo tiene el nombre y la forma, porque la chapata es un pan con una hidratación alta y no es el caso de este pan. Pero así venía en la receta que saqué de Mundorecetas hace muchos años, cuando me inicié en el pan.
Realmente, el nombre es lo de menos porque es un pan muy sabroso y muy fácil de hacer.
INGREDIENTES:
Harina de trigo: 500 gramos.
Agua: 275 mililitros.
Aceite de oliva: 25 mililitros.
Sal: 2 cucharaditas.
Miel: 1 cucharada.
Masa madre: 125 gramos *
Podemos sustituirla por 10 gramos de levadura fresca o 3,3 gramos de levadura seca.
ELABORACIÓN:
Mezclamos todos los ingredientes y amasamos. Yo lo hice con 3 amasados de 10 minutos y tres reposos de 30 minutos.
Una vez amasada, pasamos la masa a un bol aceitado, cubrimos con papel film y dejamos que fermente. Esta masa estuvo 20 horas en nevera.
Volcamos la masa sobre una superficie enharina y desgasificamos. Como es una masa bastante seca darle forma es muy sencillo. Hacemos un rectángulo y la dejamos que fermente por segunda vez.
Para la fermentación la ponemos en la bandeja del horno que habremos cubierto con papel de horno. Hacemos dos pliegues al papel a lo largo del pan (como si construyésemos un molde) y ponemos unos libros sujetando los pliegues. De esta manera, "empujaremos" al pan para que crezca hacia arriba y que no se expanda a lo ancho.
Precalentamos el horno a 250ºC con una bandeja metálica en el suelo del horno.
Cuando el horno esté caliente, metemos el pan y volcamos medio vaso de agua sobre la bandeja metálica. Apagamos el horno y lo mantenemos apagado durante 10 minutos.
Pasados estos 10 minutos retiramos la bandeja con agua y encendemos el horno a 200ºC y seguimos cocinando a esta temperatura otros 20 minutos.
Apagamos el horno y dejamos el pan dentro con la puerta entreabierta otros 15 minutos.
Sacamos el pan del horno y dejamos que se enfríe sobre una rejilla.