Este fin de semana he estado muy ajetreada de trabajo y con distintos compromisos sociales. Ayer tocaba celebración con unos amigos mexicanos y había que llevar un detallito. Pero tenía que ser algo rápido y fácil de hacer, ya que no había demasiado tiempo. Así que se me ocurrió preparar la receta de hoy: un delicioso chocoflan que deja siempre a todos boquiabiertos.
El chocoflan o "pastel imposible" es originario de la cocina mexicana. Es delicioso y queda muy aparente. Se trata de dos capas con dos texturas y sabores totalmente diferenciados que se preparan juntas en el mismo molde y se intercambian de posición durante el horneado, de ahí el nombre de "pastel imposible". De esta manera, obtendremos un pastel con una base de bizcocho de chocolate y flan en la parte superior. Parece complicado pero no lo es. Vais a ver lo fácil que resulta!!!
Ingredientes
Para el bizcocho
125 g de mantequilla sin sal
3/4 taza de azúcar
4 huevos
1 taza y 1/4 de harina
1/4 de taza de cacao en polvo desgrasado
1 cdta de bicarbonato
1 pizca de sal
1/2 taza de buttermilk
1 cdta de extracto de vainilla
Para el flan
1 lata de leche condensada pequeña
1 lata de leche evaporada
1 tarrina de queso de untar
1 cda de extracto de vainilla
Preparación
Precalentamos el horno a 180º y engrasamos un molde en forma de rosca. Yo he utilizado uno de silicona para poder desmoldar fácilmente.
Comenzamos batiendo la mantequilla con el azúcar hasta que la mezcla esponje y en ese momento vamos incorporando los huevos uno a uno, hasta que estén completamente integrados.
Tamizamos la harina, con el cacao en polvo, el bicarbonato y la sal. Añadimos de manera intercalada la mezcla de harina y el buttermilk mientras continuamos batiendo. Finalmente añadimos el extracto de vainilla.
Echamos esta mezcla en el molde de manera que quede uniformemente repartida.
A continuación, batimos la leche condensada, la leche evaporada, el queso de untar y el extracto de vainilla. La mezcla obtenida la vertemos cuidadosamente sobre la masa de bizcocho.
Cubrimos el molde con papel de aluminio y ponemos en una bandeja de horno al baño María. Horneamos durante 50 minutos aproximadamente o hasta que al pinchar con un palillo, éste salga seco.
Una vez sacado del horno, dejamos enfriar por completo antes de desmoldar.
Para servir podemos decorar con unos frutos secos picados y caramelo líquido como en este caso. También podemos añadir dulce de leche y quedará delicioso!
Animaros a probarlo, os va a sorprender como la física hace su trabajo y las dos masas con distintas densidades intercambian su posición mientras están en el horno. Si tenéis niños, les encantará!!!
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