Como ya dice el título de la receta, el origen de esta elaboración procede de Celia, mi gran amiga, mi compañera de estos momentos tan difíciles pre-confinamiento. Todos los días, todos los días, sin faltar ni uno, me ha sacado de casa para ventilar mi cabeza. Y creo, sinceramente, que mi situación actual, mi optimismo, tiene su origen en ella. Tengo una gran suerte de contar con ella como amiga.
Celia también tiene un blog Mi gran Comilona, y esta receta tambien la tiene publicada. Si quieres verla, picha AQUÍ.
Y ¡Vamos al lío!
Ingredientes (6 personas)
- 12 chuletas de cerdo. yo he usado en este caso chuletas de aguja
- 3 patatas cortadas en láminas finas
- Pan rallado, ajo en polvo y perejil
- sal y aceite.
Elaboración:
- Precalentar el horno a 190º
- Hacer una mezcla de pan rallado, ajo y perejil, al gusto.
- Engarasar con un poco de aceite una bandeja de horno, pelar las patatas y cortarlas en láminas finas. ¡Ojo! tienen que ser láminas muy muy finas. Ponerlas encima de la bandeja.
- Salar las patatas. Espolvorear por encima un poco de pan rallado de ajo y perejil.
- Salar las chuletas. Ponerlas encima de las patatas,
espolvorear con el pan rallado y echar un chorrito de aceite por encima.
Meterlas en el horno durante 20-30 min depende de lo gordas que sean las chuletas.