Si quieres aventurarte en el cultivo de esta hortaliza o deseas saber qué propiedades posee, te invito a leer un artículo que escribí hace tiempo atrás: Cultivo y propiedades de la calabaza
Muchas recetas de cocina se elaboran con calabazas o zapallos (como la llaman en Sudamérica) porque combina muy bien con otros ingredientes, es muy saludable y también deliciosa.
Es tan socorrida que se puede utilizar tanto para elaborar un entrante, un primer plato, un postre y también en repostería para bizcochos y galletas. Es un ingrediente muy valorado en las recetas vegetarianas, en el menú de ancianos, bebés, niños y para cualquier persona con trastornos digestivos.
Uno de los platos más sencillos y tradicionales es la crema de calabaza. Pero en este caso quise ir un poco más allá y elaborar una receta que nos ayude a los hortelanos a conservar durante más tiempo nuestras apreciadas calabazas y por eso me decidí por una conserva, más precisamente, por un chutney.
El chutney es una forma de conservar las calabazas y demás excedentes de frutas y verduras cosechadas.
Los chutneys se pueden hacer con frutas y hortalizas de temporada, especias y frutos secos. Se suele utilizar como acompañamiento de carnes y quesos. Se caracteriza por ser una conserva agridulce y mezclar diferentes sabores: dulces, salados, picantes y llevar muchas especias.
El secreto de un buen chutney es una cocción larga a fuego suave.
Este tipo de conserva debe dejarse madurar durante al menos 1 mes antes de consumirse para así realzar su sabor.
Cómo conservar las calabazas
Si bien las calabazas se pueden conservar durante meses en óptimas condiciones, debemos contar con suficiente espacio para guardarlas, sobre todo a aquellas que son enormes y pesadas.
Aún así, si te decides a almacenarlas, te recomiendo que primero las dejes secar bien al aire libre y al sol hasta que su piel se endurezca. Esa piel gruesa es la que la protegerá y la conservará.
De hecho, si alguna tiene la piel más delicada, selecciónala como una de las primeras para consumir. Cuanto más fina sea su piel, menos resistente será al paso del tiempo.
Posteriormente, una vez aireada y endurecida su piel, la guardamos en un lugar fresco y seco. Y es así cómo nos aseguramos de disponer de calabazas hasta la primavera del siguiente año.
Y ahora… ¡vamos con la receta!
Raciones: 4 tarros · Dificultad: fácil aunque lleva tiempo · Tiempo: 3 horas
Ingredientes para el chutney de calabaza
Calabaza, 1/2 kilo
Manzanas, 2 unidades
Cebolla, 1 unidad
Ciruelas pasas, 200 gr.
Uvas pasas, 100 gr.
Dátiles, 200 gr.
Azúcar, 100 gr.
Vinagre de sidra, 300 ml.
Sal, 1/2 cucharadita
Especias
Nuez moscada, 1/2 cucharadita
Jengibre molido, 1/2 cucharadita
Pimienta cayena, 1 unidad pequeña
Pimienta negra, 10 granos
Clavos, 10
El clavo, la pimienta negra y la pimienta cayena es mejor ponerlas en una gasa o en una bola colador de infusión. Cuando se acaba la cocción se retiran ya que pueden resultar desagradables al morderlas.
Preparación del chutney de calabaza
Pelamos y cortamos la calabaza en cuadraditos. Quitamos el hueso a las ciruelas y las partimos. Pelamos las manzanas, les quitamos el corazón y las troceamos. Cortamos la cebolla en cuadraditos pequeños.
En una cacerola introducimos todos los ingredientes y cocemos a fuego suave sin tapar.
Una vez que llegue a ebullición, bajamos el fuego y cocemos durante 2 horas y media hasta que espese y el líquido se evapore.
Removemos de vez en cuando y con más frecuencia a medida que espesa. Si es necesario añadimos un chorrito de agua a medida que se evapora y se espesa el chutney. Cuidamos todo el tiempo de que no se pegue en el fondo. Estará listo cuando al pasar la cuchara de madera por el fondo de la olla deje un rastro limpio.
Embotamos
Necesitamos disponer de 3, 4 ó 5 (depende del tamaño) frascos esterilizados. Podemos hacerlo limpiándolos bien y poniéndolos a hervir durante 20 minutos en una cacerola con agua que los cubra en su totalidad.
Los llenamos con el chutney de calabaza dejando 1 cm libre hasta la tapa y cerramos. El frasco se puede reutilizar pero las tapas deben ser nuevas y estar en perfectas condiciones.
Colocamos un paño de cocina limpio en el fondo de una cacerola. Ponemos los frascos y cubrimos de agua por encima de la tapa. Dejamos hervir durante 40 minutos.
Los sacamos de la cacerola y los ponemos boca abajo sobre un paño.
Enfriamos y guardamos los frascos de chutney de calabaza en un lugar fresco y oscuro durante al menos un mes para potenciar su sabor.
Aún siendo para consumo propio, es conveniente elaborar una etiqueta en la que conste el nombre de la conserva, la fecha de elaboración y los ingredientes.
Si abrimos cualquier frasco, debemos conservarlo en la nevera.
Si te interesa conocer otra forma de conservar las calabazas, te recomiendo: Conserva de calabaza en almíbar. Es un delicioso dulce en daditos anisados y con un toque a hierbabuena. Los puedes comer solos o combinarlos y decorar cualquier postre o helado.
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