A mí me recuerda, tanto en su elaboración como en su textura, a una mermelada, pero salada que sirve como acompañamiento y toque ideal para platos de carne. Yo diría que es una mermelada salada o una salsita dulce perfecta, como ya os digo, para darle alegría a un simple filete de pollo a la plancha o, como no, para acompañar a platos de carne más elaborados.
Esta que os traigo hoy no será la última porque me ha encantado. La preparé con las últimas ciruelas claudias del verano pasado y ha aguantado envasada al vacío hasta que hace un par de semanas encontré la ocasión para abrirla. No me he arrepentido, desde luego y ya estoy pensando cómo voy a emplear los otros botes que me quedan.
500 gr. de ciruelas claudias (las verdes)
1 manzana (en principio, mejor golden que es más dulce, pero podéis usar la que tengáis en casa. Yo usé las que consumimos habitualmente que son fuji)
1 cebolla
1 diente de ajo
1/2 taza de vinagre de manzana
2/3 de taza de azúcar
1 palo de canela
una pizca de nuez moscada
otras especias que os gusten: clavo, semillas de mostaza...Para calcular las medidas en tazas, podéis haceros con alguna jarra medidora. No es que sean imprescindibles, pero sí muy útiles en la cocina y algunas os valen para medir tanto líquidos como sólidos.
Lavamos bien las ciruelas, las deshuesamos y las quitamos el rabito. Reservamos.
Pelamos la manzana y le quitamos el corazón. Reservamos.
Pelamos la cebolla y el diente de ajo.
Colocamos en la jarra de la My Cook el vinagre y el azúcar y hacemos un almíbar seleccionando 5 minutos, 100º, velocidad 3.
Incorporamos el resto de los ingredientes, salvo el palo de canela. Trituramos con un par de golpes de turbo, hasta que esté a nuestro gusto.
Incorporamos la canela y programamos 30 minutos, 100º, velocidad 3.
Una vez termine, dejamos templar ligeramente y volcamos el chutney en botes de cristal esterilizados. Procuraremos llenar hasta el borde. Tapamos los botes, los cerramos y los colocamos boca abajo durante al menos 24 horas para asegurarnos de que se hace bien el vacío.
De esta manera, se conservarán durante meses.
Para hacerlo a la manera tradicional (sin My Cook), sigue los pasos del 1 al 3 exactamente igual. Luego, preparas un almíbar con el vinagre y el azúcar en una cazuela de fondo grueso, dejando cocer hasta que estén bien integrados.
Incorpora el resto de los ingredientes partidos en trozos más bien pequeños y llévalo a ebullición sin dejar de remover durante media hora. Mientras cuece, ve aplastando las frutas con un tenedor. Si lo crees necesario, déjalo cocer un poco más hasta que obtenga textura como de mermelada. Si lo prefieres, puedes triturar todo (salvo el palo de canela) con la batidora.
El resultado, no os lo váis a poder ni imaginar cuando lo probéis, ¡delicioso! Una salsita ideal para prepararla hoy mismo y acompañar una comida especial de fin de semana.
¡Disfrutadlo!
Fuente: Mi cocinita de juguete