Después de una larga temporada de medicación, lucha , altibajos, esperanzas.. después de todo, dió un bajón bastante considerable, tanto que de la noche a la mañana tras una gran subida de tensión perdió por completo. A pesar de lo mayor que era y las otras enfermedades que tenía se iba adaptando, en apenas unos días era capaz de salir solo al patio, llegar a la comida, el agua e incluso volver a meterse a su cama.
Tete siempre ha sido un perro muy fuerte, lo encontré en la carretera una noche a la salida del trabajo, bastante sucio y con muchos bichos, pero lleno de energía y muestras de cariño hacía mi. En un principio le intentamos buscar dueño, pero poco a poco se hizo parte de nuestra familia y sobra decir que encontró su hogar.
Inseparable de su amigo Lucho, nuestro otro perro con el que ha compartido muchos paseos, con el que a pesar de no tener ninguna relación lo aceptó desde el primer día.
Hemos pasado muy malos momentos viendo que no mejoraba la situación, quien tiene mascota saber que se quiere como uno más, y no resulta nada fácil ver que no está bien, la incertidumbre de no saber si mejorará se hace insoportable, aun sabiendo que no hay mucho mas que hacer, entras al veterinario con algo de esperanza, pensando que hay una fórmula mágica que aún no habéis probado.. pero nada de esto, todo es mucho mas oscuro y descorazonador, no hay nada que hacer.. nosotros salimos de la clínica veterinaria pero el nunca más lo hará.
Con esta receta dulce quiero hacer un pequeño homenaje a esas mascotas que se desviven por nosotros sin querer nada a cambio, esas mascotas de miradas cálidas, cercanos, cariñosos.. a los que tan solo le faltan hablar y que tanto bien nos hacen. Allí donde estés Tete, siempre estarás con nosotros.
La receta que publico hoy la he sacado del blog "saboreandoparis", sencilla, requiere pocos ingredientes y muy rica, espero que os guste.
https://www.facebook.com/cocinaparapobres/
Ingredientes:
1 racimo de uvas negras
320 gr de harina
75 gramos de azúcar
4 cucharadas de azúcar
15 gr de levadura fresca
125 gr de agua tibia
25 gr de mantequilla
sal Ponemos en un cuenco la levadura desmenuzada junto al agua tibia, movemos hasta que se deshaga la levadura. Añadimos el azúcar, una pizca de sal, la harina y la mantequilla. Amasamos hasta obtener una masa homogénea, queda un poco pegajosa. Dejamos reposar la masa aproximadamente 2 horas.
Dividimos las masa en dos y estiramos uno de los dos trozos sobre una superficie enharinada, la colocamos sobre la bandeja del horno previamente forrada con papel de hornear.
Colocamos sobre esta uvas, las cuales habremos lavado y cortado por la mitad, podemos poner tantas como deseemos. Espolvoreamos 2 cucharadas de azúcar.
Estiramos la otra porción de masa y cubrimos con esta la base que tenemos en la bandeja, unimos los bordes para que nos quede mas bonito. Volvemos a colocar uvas y espolvoreamos otro par de cucharadas de azúcar.
Con el horno precalentado, horneamos 20 minutos a 200ºC, o hasta que quede doradita.