Ya íbamos teniendo ganas de ir a este restaurante desde que le dieron la estrella Michelin pero unas por otras nunca íbamos, y antes de que le dieran otra estrella y subieran más el precio era el momento de ir.
Cenar en una estrella Michelin no es muy distinto que cenar en alguno otro denominado pijo que tenemos en León, es verdad que el trato y la calidad del producto, son exquisitos pero por eso se distinguen a parte de una cocina con diversidad de sabores y técnicas, a las 22 horas estábamos allí para dejarnos cautivar por esa comida de calidad, lo que parecía que sería una cena rápida ya que los platos llevaban buen ritmo al final se fue a las 2 horas, la cual paso a relatar a continuación.
El jefe Juanjo nos da la bienvenida y nos dice que le permitamos los abrigos, nos acompaña a nuestra mesa y nos explica que es un menú degustación cerrado donde a mayores se puede acompañar con un maridaje, también nos da una tablet para poder consultar vinos por si no queremos el maridaje. Tienen muchos vinos y muy caros, por lo menos en tintos a lo que estamos acostumbrados no había mucho o al menos no a un precio para nosotros razonables.
A continuación mientras revisamos el menú y la carta de vinos nos acompañaron con una aceituna rellena de mejillón y sabor a Martini, muy rico el aperitivo.
Aperitivo
Seguidamente ya comenzamos con una vieira curada con ibéricos y guisantes, tenía mucho sabor y aunque era poquito te dejaba muy buen gusto, el emplatado de los más original que e visto.
Emplatado de las vieiras
Vieira
Después nos trajeron el siguiente plato que era huevo escalfado con papada y sopa de setas de San Jorge, estaba rico tenía mucho gusto a las setas, lo revuelves con el huevo y parecía una sopa de setas pero más especial.
Huevo escalfado con papada y sopa de setas
Seguidamente degustamos unas sardinas con yuca, aceituna negra y pimientos, no estaba mal, partiendo de la base que no me hace mucha gracia las sardinas, tenían un gusto rico sin demasiado sabor a sardinas.
Sardinas con yuca, aceituna negra y pimientos
Ya acabando los entrantes nos dejaron un poco más de espera para al poco traernos el pescado, sargo asado con apionabo, langostinos y una infusión de estos, para mi este plato fue el peor, poca elaboración y muy poco gusto, era un buen trozo pero no le encontré nada de especial, me dejó indiferente.
Sargo asado con apionabo, langostinos
Seguimos con la carne, carrillera de cerdo ibérico con arroz y multifresas, la carrillera estaba muy tierna y con un sabor intenso, el cual se lo quitaba el arroz con fresas y trozos de frambuesa, aun así un plato para disfrutar.
Carrillera de cerdo con arroz multifrutas
Ahora ya poco nos quedaba por degustar, y cuando ya pensábamos que cerraríamos la noche con el postre, nos sorprendieron con un pre-postre, una esferificación de queso con gominola de tomate, impresionante el sabor en boca, al meter esa cuchara de queso y morderla explota en tu boca un sabor de queso de cabra increíble junto con trocitos de gominola de tomate.
Esferificación de queso con gominola de tomate
Ya para acabar, tarta de queso (Palacios, leche de oveja cruda), galleta salada crujiente y nísperos de romero, tengo que decir que me lleve una pequeña decepción porque esperaba algo con chocolate que es mi debilidad, además de que no me gusta mucho el queso, pero después del anterior en este no me puedo quejar, no tenía sabor muy fuerte a queso y el helado de nísperos que le acompañaba lo hacía que estuviera fresco y con un sabor agradable a mi paladar.
Tarta de queso, galleta salada crujiente y helado de nisperos
En conclusión una experiencia bonita, donde se ve la exquisita amabilidad, así como la calidad, trato y elaboración del producto en un entorno muy sobrio pero agradable, y donde se puede ver porque tienen la estrella Michelin, y siguen año a año manteniéndola, aunque en León cada día hay alguno más que también esta trabajando bien para tenerla. Volveremos.
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Junio 2016