Leía hace unos minutos en Gastroeconomy, el portal de gastronomía empresarial y tendencias en "food-culture", los criterios de los que los inspectores de la marca fabricante de neumáticos se valen para decidir si un establecimiento se merece un galardón tan distinguido como son las estrellas de su guía (que nada tienen que envidiar a los soles de Repsol).
Michelin publica anualmente una guía en la que podemos ver evaluados algunos restaurantes de 1 a 3 estrellas. ¿Qué significan éstas?
La primera estrella es concedida a todo establecimiento que merezca desviar tu ruta o viaje unos metros para sentarte en las mesas de su comedor. Sólo con la primera estrella Michelin ya está el listón alto. Menos mal que no soy yo uno de sus inspectores pues camino a Salamanca hay una estación de servicio en la salida para Ciudad Rodrigo en la que se comen unas cazuelitas de lujo a 100€, les concedo la primera estrella Xabirín... Volviendo al tema. La segunda estrella es para aquellos restaurantes cuya cocina justifica un desvío importante, de varios kilómetros por lo menos. La tercera y última estrella es concedida a aquél establecimiento que el solo hecho de probar su comida justifique un viaje entero para él, en exclusiva, una élite formada por pocos restaurantes, de los cuales la mayoría los tenemos en Euskadi y Catalunya.
Ahora, ¿Cuáles son los criterios con los que evalúan que un restaurante merezca tener una, dos o tres estrellas en su guía roja? Según Ángel Pardo, Director de Comunicación de la compañía, tras visitar hasta cinco veces el local (todas ellas anónimamente y pagando los servicios, como debe ser), los inspectores trienen en cuenta la selección de la materia prima, dominio de las técnicas y puntos de cocción, así como de sus sabores; creatividad y puesta en escena, relación calidad/precio y regularidad. Asegurándose así de la homogeneidad de sus elecciones, teniendo el mismo valor una estrella en Bilbao que en Tokyo o Nueva York.
¿Qué opinion os merecen sus criterios?