Me encanta Halloween y todos sus dulces. Pero por cambiar un poco de tercio, este año he hecho unas coloridas y divertidas galletas de calaveras para celebrar lo que en México se llama Día de los Muertos. ¿Por qué México? Nada en especial, casualidades de la vida. Preparando contenido para el día de Halloween vi un artículo de como preparan la fiesta de Halloween en otros países y bueno, la idea me encantó.
Además, nunca había hecho ningún postre con glasa y me pareció el reto perfecto para aprender un poquito más sobre la repostería.
Para unas 20 galletas necesitaremos:
– 175 g de mantequilla.
– 100 g de azúcar.
– 2 huevos. Separamos las yemas de las claras. Utilizaremos las yemas para las galletas y las claras para la glasa.
– 300 g de harina.
– Una pizca de sal.
Para hacer la glasa necesitaremos:
– Azúcar glass.
– 2 claras de huevo.
– Colorantes líquidos variados. Yo utilizo los de la marca Wilton.
Primero hacemos las galletas.
Derretimos la mantequilla y la mezclamos con el azúcar, las yemas de los huevos y la sal. Mezclamos muy bien para conseguir una textura homogénea. Añadimos la harina y lo removemos bien hasta que se forme una pasta fácil de manejar y que no se pegue a las manos.
En un papel vegetal, formamos bolitas con esa pasta y las amasamos con el rodillo hasta dar con el grosor que queramos y entonces utilizamos un corta pastas en forma de calavera.
Precalentamos el horno a 180ºC. Horneamos durante 10 minutos. Cuando veáis que los bordes se empiezan a tostar es el momento de sacarlas del horno y dejarlas enfriar en una rejilla.
Para hacer la glasa solo tenemos que mezclar el azúcar con las 2 claras de huevo (no batir).
Para decorar las galletas tendremos que hacer 2 glasas:
La glasa para delinear y hacer detalles (como en las calaveras). Esta glasa llevará más azúcar que la de relleno. Para hacerla separamos 1/3 de las claras y le echamos azúcar hasta que tenga una consistencia pastosa y cuando levantemos la cuchara se pueda dibujar una línea con el goteo, como en la foto. Debemos separar esta glasa en varias porciones para colorearlas (con una gota mas o menos basta) y dejar una blanca para hacer los bordes de las galletas.
La glasa de relleno necesita mucha menos azúcar que el anterior, podéis ver la consistencia en la foto de abajo. Recordad que si os pasáis con el azúcar siempre podéis hacer la glasa mas liquida con unas gotas de agua.
Podéis separar los colores en diferentes mangas pasteleras, si no queréis gastar mucho en mangas también es posible hacerlas con bolsas de plástico y hacerles un pequeño agujerito, así serán más manejables.
Primero delineamos el borde de la galleta, dejamos que se ponga duro y luego lo rellenamos la superficie de la galleta con la glasa de relleno. Dejamos que las galletas se sequen varias horas y las decoramos con la glasa de colores.
¡Y ya las tenéis! Son una pasada y están buenísimas.