Para obtener una clara perfecta en forma de nieve y espesa, se deben utilizar utensilios muy limpios y sin grasa alguna. Lavar antes de usarlo y secar bien (yo seco con papel de cocina).
Procurar que no haya yemas de huevo envueltas con las claras (se puede eliminar los pequeños restos de yemas en la mezcla de claras, con un poco de algodón limpio enrollado a un palillo de madera).
Si las claras son frescas añadir un poco de sal para romperlas un poco.
Comenzar batiendo las claras a una velocidad media para elaborar la espuma y absorber el mayor aire posible; entonces aumentar la velocidad para hacerlas firmes.
Cuando aparecen algunas marcas de huevo batido o partículas alrededor del recipiente, añadir un poco de azúcar para prevenir que las claras lleguen a ser un poco granuladas, así se harán más firmes y más fáciles para manejarlas y mezclarlas. En otras palabras, utilice sal para darle sabor cuando se utilice con los huevos u otros platos y azúcar cuando se use con los dulces.
Pasta quebrada según los químicos
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