Esta entrada de hoy es para explicarte como se limpia y cuece el pulpo, no es una tarea difícil pero si algo laboriosa.
El día que hice el marmitako de pulpo, tuve que limpiar y cocer los tres pulpos medianos que compré, no eran demasiado grandes pero eran lo suficiente para tenerlos que hervir.
La forma más clásica para ablandar el pulpo consistía en golpearlo con un mazo sobre las rocas donde se pescaba, pero hoy en día el sistema más utilizado es la congelación y así no hace falta recurrir a ese procedimiento.
El pulpo es un molusco cefalópodo que tiene ocho tentáculos o brazos provistos de ventosas.
Pulpos hay en todos los mares del mundo y constituyen un alimento muy apreciado. Pueden llegar a tener grandes tamaños, pero no es conveniente que pesen más de un kilo porque la carne de los muy grandes resulta muy dura.
Vamos a limpiar el pulpo:
Para limpiar el pulpo tienes que lavarlo mucho, frotándolo a la vez que lo enjuagas.
Tienes que quitarle la bolsa amarilla que lleva en su interior, la boca y los ojos.
Frota bien los tentáculos para que suelten la arena que llevan las ventosas en su interior. Vuelve a ponerlo en agua y frota hasta que esté limpio del todo.
Vamos a cocerlo:
Pon una olla alta con agua a hervir, con dos hojas de laurel y una cebolla.
Cuando tengas el pulpo limpio y el agua esté hirviendo, introduce el pulpo cogido por un extremo de la cabeza para que lo puedas sacar del agua tres o cuatro veces, hasta que se ricen sus tentáculos. Cada vez que lo metas en la olla tiene que estar el agua hirviendo a borbotones.
Después de haberlo introducido 3 o 4 veces, déjalo dentro del agua para que siga cociendo unos 30 minutos más o menos, depende del tamaño del pulpo.
Al final de la cocción añade un poco de sal.
Una vez esté cocido, sácalo del agua y deja que se enfríe para utilizarlo en la receta que hayas elegido.
Guarda el agua de la cocción porque hay recetas en las que puedes utilizarlo, como en la de Marmitako de pulpo.
Espero que te guste.