Las arepas son un comestible tradicional en la mayor parte de países sudamericanos, donde el maíz es un ingrediente principal en la dieta básica.
Esta masa, hecha a base de harina de maíz, acostumbra a comerse como desayuno con una inacabable pluralidad de rellenos y su preparación es sencillísima.
Yo viví durante unos años en Venezuela y hablar de la Arepa, es cómo hablar de Venezuela… Es una parte de la cultura y de la mesa de día tras día, es la expresión culinaria más autóctona, es el alimento diario en la mesa de cada venezolano.
La arepa es una expresión nacional, en cualquier urbe de Venezuela puede encontrarse.
Su preparación se remonta a los antepasados indígenas, que sembraron, recogieron y procesaron el maíz. Es el resultado de una masa hecha de maíz cocido y molido. Los indígenas, lo molían entre 2 piedras planas y llanas y después creaban pequeñas bolas que asaban en un “aripo”, (especie de plancha un poco curva fabricada en barro, que se emplea para la cocción, asimismo conocemos una adaptación del mismo, el conocidísimo “budare”) del nombre de este aparejo deriva la palabra “Arepa”.
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Hoy día se usan planchas y parrillas de hierro para asar las arepitas en casa o bien restaurantes, si bien se puede localizar todavía el “aripo” de barro.
La Arepa es fiel compañera del venezolano y puede encontrársele en la más venerable mesa, como en la más humilde, en cualquier esquina de la urbe, o en el más pequeño de los pueblos, en restaurantes y casas, o en las rebosantes areperas de las distintas urbes venezolanas.
La Arepa es la reina de los desayunos y genial acompañante para los primeros platos, ya sea en las horas de comida o cenas, es leal compañera de nuestros platos nacionales.
Este alimento se muestra con diferentes peculiaridades, según las distintas zonas del país, más en esencia es exactamente la misma y singular arepa. Las muy finitas las llaman “telitas” y son propias de la zona andina, las gordas y abombaditas, se habitúan a preparar en la zona central; grandes, sean fritas o asadas, generalmente se hallan en oriente.
Se preparan arepas de chicharrón, y arepitas dulces que tienen un ligero sabor anisado, se hacen arepas “peladas” con cenizas, que se hallan primordialmente por el occidente del país.
Se acostumbran a comer rellenas con queso y mantequilla, carne rellena o asado, con jamón o con prácticamente cualquier cosa que se le pueda acontecer.
Una arepa recién asada rellena con un queso llanero de Apure o un jugoso queso guayanés, trae la gloria al paladar del que la prueba; acompañada con suero de leche, con perico (huevos revueltos con tomate, cebolla y pimentón) que tanto agrada a los venezolanos, o caraotas (frijoles) fritas y carne rellena, se consigue un desayuno fantásticamente habitual.
Cómo hacer las arepas
Ingredientes
2 tazas (400 g) de harina de maíz precocida (Harina PAN)
375 ml (1 1/2 taza) de agua
250 ml (1 taza) de leche tibia (puedes sustituirla por agua)
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de mantequilla a temperatura ambiente
2 cucharadas de aceite vegetal
Preparación
Vierte en un recipiente la leche tibia y el agua.
Añade la sal y la mantequilla.
Mientras vas removiendo, agrega poco a poco la harina de maíz.
Una vez integrada toda la harina, comienza a amasarla con las manos.
Si notas que está pegajosa añade un poco más de harina y si está quebradiza, que se agrieta, pues le añades un poco más de agua.
Deja reposar durante 5 minutos.
Divide la masa en 10 porciones.
Con ayuda de las manos dale una forma redondeada y después aplástalas entre las palmas para darle el aspecto de una hamburguesa, más o menos de unos 10 cm de diámetro.
Colócalas sobre un paño húmedo hasta el momento de cocinarlas.
Pon el aceite en una sartén y caliéntalo a fuego medio.
Una vez que esté bien caliente comienza a colocar las arepas.
Déjalas en el fuego durante 5 – 7 minutos, hasta que veas que se forma una costra.
Voltéalas y deja que se les haga la costra por el otro lado.
También puedes hacerlas en el horno, poniéndolo a 250 grados centígrados y horneándolas durante 15 minutos.
Las arepas se suelen comer calientes. Las puedes rellenar con lo que más te guste, desde untarle mantequilla solamente a rellenarla con jamón cocido y queso.
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Fuente: este post proviene de Cubaneando con Mario, donde puedes consultar el contenido original.
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