Esta ensalada tiene su origen en el Imperio Romano, donde era frecuente comer cruda esta verdura, aunque fue en USA donde se puso de moda hace un siglo y donde la suelen comer para acompañar sus barbacoas.
La col, también se llama repollo en algunos países, y es una verdura con propiedades diuréticas, por lo que es buena en dietas destinadas a eliminar la retención de líquidos, además es antiinflamatoria y actúa como antiácido natural.
Yo hago una versión propia, mucho más light , pero igual de cremosa. Ya que la original suele llevar mayonesa, y aunque los que me conocéis sabéis que soy "María Mayonesa", no es bueno abusar, y nunca es tarde para "irse quitando"
1/2 col blanca
3 zanahorias
1 manojo de rabanitos
3 cucharadas de aceite
1 cucharada de vinagre de manzana
1cucharada de salsa de soja
250 ml de yogur natural
semillas de sésamo
Pelamos las zanahorias y la cortamos en juliana.
Cortamos la col y la rallamos para que quede bien fina.
Y pelamos y picamos los rabanitos.
Ponemos estos ingredientes en un bol con un puñadito de sal y dejamos unos 15 minutos. Vamos apretando las verduras para que vayan soltando el agua y luego escurrimos bien.
Mientras, preparamos la salsa.
En un bol mezclamos el yogur, vinagre, aceite y soja. Y batimos bien.
Escurrimos bien las verduras y añadimos la salsa. Ya sólo queda remover bien y poner unas semillas de sésamo, o amapola o incluso unos pistachos picados, lo quedo a vuestra elección.
La ensalada de col como mejor está es recién hecha. De un día para otro, la col pierde el cuerpo, empieza a soltar agua y la salsa se vuelve muy liquida… Se puede comer, y hay incluso a quien le gusta que esté así pero, no es lo mismo, por lo menos para mi gusto.
Os animo a probarla, es riquísima y os aseguro a que no tiene nada que envidiar a la que se comercializa ya preparada, y esta es mucho más sana.
BUEN FIN DE SEMANA