A veces tenemos que hacer un postre para una cena con amigos y no tenemos mucho tiempo. A veces tenemos prevista una cena muy copiosa y sabemos que si ponemos una supertarta de chocolate de postre, se quedará sobre la mesa, porque todo el mundo estará muy lleno para el postre. A veces simplemente tenemos ganas de una mousse de chocolate, pero queremos darle un toque especial. Para todas estas ocasiones, estas copas son ideales, fáciles y rápidas de hacer, y de un sabor exquisito. Solo hace falta que tengamos a mano una pasta concentrada de pistacho, y por supuesto, si en lugar de pistacho, preferimos otro sabor, simplemente hemos de cambiar la pasta por otra de nuestro sabor favorito.
Ingredientes para 4 copas:
200 ml de nata (crema de leche) (35% materia grasa)
75 g de chocolate
35 g de pasta concentrada de pistachos
4 hojas de gelatina
2 claras de huevo
30 g Azúcar
Barquillos y trozos de frutos secos para decorar
Preparación:
Comenzamos por poner las hojas de gelatina en agua fría para que se hidraten, dos en un cuenco (que serán para hacer la mousse de chocolate) y dos en otro (para la de pistacho).De toda la nata (crema de leche) que tenemos separamos dos cucharas en un bol pequeño, otras dos en otro bol y el resto lo montamos. Montamos también las claras a punto de nieve, agregándoles al final el azúcar, para formar un merengue firme.
Hacemos la mousse de chocolate, fundiendo el chocolate, al baño María o al microondas. Calentamos las dos cucharas de nata (crema de leche) que tenemos separadas en uno de los boles pequeños, para diluir en ella dos de las láminas de gelatina. Agregamos esta mezcla al chocolate fundido. Mezclamos bien e incorporamos la mitad de la nata montada (crema de leche). Por último añadimos la mitad del merengue, con cuidado de que no se baje.
Llenamos ahora las copas, que tendremos apoyadas sobre alguna superficie que nos permita tenerlas en la nevera semi-tumbadas. Yo las puse en un táper grande. Las metemos en la nevera y mientras comienzan a tomar cuerpo seguimos con la mousse de pistacho.
Calentamos el otro cuenco pequeño con las otras dos cucharas de nata (crema de leche) y disolvemos en ella las otras dos hojas de gelatina hidratadas. Añadimos luego la pasta de pistacho y removemos bien para asegurarnos de que quede todo bien disuelto. Mezclamos con el resto de la nata montada (crema de leche) y finalmente con el resto del merengue. Terminamos de llenar las copas y llevamos a la nevera como mínimo durante 1 hora, para que tomen la consistencia apropiada.
Decoramos con unos barquillos y unos trocitos de frutos secos (lo ideal serían pistachos, pero solo los encontré salados, así que utilicé almendras) y ya tenemos un postre muy fácil y de éxito garantizado.