Buenos días, ¿qué tal ha ido la semana?
Ya la última entrada de enero. El año pasado me dio la sensación de que enero fue eterno y aunque este me parece que ha pasado un montón desde navidades me parece que ha pasado bastante rápido y eso que el año ha empezado por todo lo alto.
Si el martes os ensañaba por instagram la receta de este la última receta salada de navidades hoy toca el turno a la última receta dulce que preparé para esos días.
En el blog ya tengo una receta de coquitos. La receta es de mi abuela, pero lleva huevo así que en esta ocasión he querido preparar una versión vegana y encima sin horno lo que es una ventaja para días como navidad que tienes la cocina ocupada con otras preparaciones.
A mí que el coco no es que me apasione demasiado me han gustado bastante estas bolitas, supongo que porque al llevar almendra no tienen tanto sabor a coco.
Uno de mis propositos del año pasado y que espero continuar este año es el de ser más eficiente, o mejor dicho más responsable con la comida, en vez de comprar mil ingredientes diferentes para las recetas primero terminar lo que me queda en el armario. Porque esto es un problema de tener blog que siempre ves una receta que quieres hacer y vas corriendo a comprar los ingredientes necesarios y luego terminas, o por lo menos es lo que a mi me pasa, con un montón de paquetitos medio empezados.
De momento el año pasado conseguí cumplirlo, a ver si este año consigo seguir en esa línea.
Ingredientes (15 unidades)
115 g de coco rallado + un poco más para decorar
65 g de almendras molidas
90 g de sirope (yo usé de agave, pero podéis usar de arce)
En un procesador de alimentos mezclamos todos los ingredientes hasta tener una masa que podamos manejar. Yo fui echando el sirope poco a poco para no pasarme y que me quedara una masa muy pegajosa.
Hacemos bolitas y dejamos reposar 30 minutos en la nevera.
Rebozamos en coco.
Conservamos en un recipiente hermético a temperatura ambiente. Si hace mucho calor mejor en la nevera.
Feliz semana :)