Un delicioso aperitivo compuesto por hojaldre, queso de cabra y el toque agridulce del tomate caramelizado, sencillo, original y atractivo a la vista y al paladar.
Ingredientes
-1 lámina de hojaldre (congelado o refrigerado)
-200 gr de rulo de queso de cabra
-tomate caramelizado
Si elegimos el hojaldre congelado, lo sacamos unos minutos antes de usar y lo dejamos templar hasta que podamos manejarlo, pero sin pasarnos con el tiempo porque si se queda demasiado blando después es difícil trabajarlo. A mí me gusta más el hojaldre refrigerado, porque no hay que esperar, tan sólo sacarlo del envase, estirarlo y comenzar a trabajar, pero todo es cuestión de gustos.
Estiramos la placa de hojaldre sobre papel de horno, la apalastamos con ayuda de un rodillo para que no suba demasiado al hornearlo, queremos unos corazones de hojaldre con cuerpo pero que no se desborde.
Una vez tengamos listo el hojaldre lo cortamos con ayuda de cortapastas, yo he usado el molde en forma de corazón porque la ocasión lo merecía, pero podéis usar otras formas, con la precaución de que después vamos a rellenar los hojaldres, por lo que descartaremos las formas estrechas. Mi molde tenía unos 4 centímetros de diámetro.
Calentamos el horno a 220 grados y horneamos los corazones de hojaldre durante unos minutos (hasta que veamos que se dora la superficie).
Sacamos con cuidado y con ayuda de un cuchillo afilado los abrimos como si fuéramos a hacer un bocadillo.
Cortamos el queso de cabra en medallones de medio centímetro de grosor y los colocamos sobre la base del hojaldre, añadimos media cucharadita de tomate caramelizado y cerramos con la otra parte del hojaldre.
Ya tenemos listos nuestros corazones de hojaldre para ocasiones especiales.
Si os gustan mis recetas podéis seguirlas en el grupo de facebook “jugando entre pucheros”.
La entrada Corazones de hojaldre aparece primero en Jugando entre pucheros.