El lunes nos parece que la semana se hará eterna, pero en menos de lo que canta el gallo ya está de nuevo el fin de semana a las puertas, con su sábado y su domingo para disfrutar de principio a fin. El que pueda, y el que no que mire el lado bueno, que siempre hay que buscarlo!
En casa de mis padres los domingos suelen ser el día de las costillas de cerdo, o churrasco, como le llamamos por aquí aunque no se haga a las brasas. Como os comenté en otras ocasiones a mi madre no le gusta la cocina, nada de nada y el churrasquito es muy cómodo de hacer, solo hay que encender el horno. Claro que también le puedes hacer una salsita para darle más gracia, pero eso a mi madre por un oído le entra y por otro le sale, jeje, la compra de bote y listo!!!
A la barbacoa está para rechupetearse los dedos. Lo acompañamos de zanahorias asadas en tiras y patatas cajún al horno. Todo un manjar!!!
INGREDIENTES:
1 tira de costilla de cerdo
sal
pimienta
aceite
salsa barbacoa (receta aquí, duplicar cantidades)
2 patatas
especias cajún
3 zanahorias
PREPARACIÓN:
Cortar la tira de costilla en tres o cuatro trozos. Salpimentar y embadurnar con salsa barbacoa contundentemente. Reservar un par de horitas en la nevera.
Precalentar el horno a 180º. Cortar las patatas en gajos y embadurnarlas con las especias cajún y una cucharadita de aceite. Ponerlas en una fuente untada en aceite con las zanahorias en tiras y un toque de sal. Hornear hasta que estén blandas y doraditas.
En otra fuente untada en aceite hornear las costillas cubiertas con papel de aluminio unos 45 minutos, dándoles la vuelta cada 15 minutos y embadurnándolas con más salsa barbacoa. Subir la temperatura a 200º, quitar el papel de aluminio y dejar que tomen color. A disfrutar!!!
Hasta el lunes!!!