Para la crema:
1 coliflor
1 cebolla
1 diente de ajo
caldo vegetal
nata (crema de leche) (opcional)
parmesano
cebollino
sal y pimienta
aceite de oliva
Para las quenelles:
1 huevo
70 ml de agua
20 grs de mantequilla
35 grs de harina
pizca de sal
60 grs de Gamoneu (gorgonzola o lo que más os guste)
aceite para freir
Elaboración:
Lo primero que vamos a hacer es un caldo vegetal que podemos elaborar con las partes duras de la coliflor como el tronco y las hojas verdes, una zanahoria, un poco de apio o lo que tengamos a mano en casa. Ese será el caldo con el que vamos a hacer luego la crema de coliflor.
Entonces una vez que tengamos el caldo, cortaremos la cebolla y picaremos el ajo y lo sofreiremos en una cazuela con un poco de aceite. Añadiremos la coliflor en trozos y un poquito de sal.
Rehogamos y añadimos el caldo vegetal que hemos preparado.
Cuando la coliflor esté tierna, trituramos, añadimos la nata (crema de leche) si hemos decidido echarla o un poco de leche, esto es opcional, añadimos el queso y sazonamos con sal y pimienta.
Mientras hacemos las quenelles. En un cazo ponemos el agua, la mantequilla y la sal y removiendo calentamos hasta que se deshaga la mantequilla y se incorpore. Ahora de una sola vez añadimos la harina y removemos para que se tueste un poquito y no sepa a harina cruda; más o menos durante 1 minuto.
Apartamos del fuego y esperamos a que se atempere de 3 a 4 minutos.
Batimos el huevo y lo añadimos junto con el queso, pero ahora ya fuera del fuego. Hacemos una especie de pasta con la ayuda de una varilla. Y esta será la masa con la que elaboraremos nuestras quenelles. Solo hará falta freírlas. Las quenelles se hacen con ayuda de dos cucharas cogiendo una porción de la masa cremosa y moldeando. Se pasa de una cuchara a otra hasta que presente una superficie lisa y una forma similar a la de un balón de rugby o una croqueta alargada con las puntas sin redondear.
Freímos también alguna seta para después decorar nuestro plato.
Y para emplatar colocamos la crema de coliflor en el plato y encima ponemos un par de quenelles y alguna seta, un chorrito de aceite de oliva, un poco de cebollino y listo.
Y si queda así el plato será que ha gustado.