Sin más os dejo con la receta, espero que lo paséis muy bien, que seáis muy felices y que tengáis una entrada de año fantástica. Un besazo enorme para tod@s.
Ingredientes: Para 8 personas
7 Yemas de huevo
100gr Azúcar blanca
1½ Vainas de vainilla
450ml Nata (crema de leche) repostería
250ml Leche
Azúcar para caramelizar
Preparación:
Para esta receta necesitaremos el horno, lo pondremos a precalentar a una temperatura de 130º.
Pondremos en una olla la nata (crema de leche), la leche, el azúcar, cogemos la vaina de vainilla, la abrimos por la mitad y con la ayuda de la punta del cuchillo la rasparemos para sacar las semillas y poder añadirla a la olla, la vaina también la añadiremos, ponemos al fuego a fuego medio.
Con ayuda de unas varillas iremos removiendo hasta justo que rompa a hervir, para retirar del fuego y dejar reposar para que la vainilla suelte su aroma, dejaremos que se entibie un poco.
Mientras tanto iremos cascando los huevos, solo necesitamos las yemas, las claras las reservaremos en la nevera para otro postre.
Una vez tengamos todas las yemas, con ayuda de las varillas mezclaremos bien, ahora cogeremos la olla donde tenemos la nata (crema de leche) y le quitaremos la vaina de vainilla e iremos incorporando poco a poco a las yemas de huevo, esto lo tendremos que hacer mientras estamos removiendo con las varillas.
Cuando tengamos todo el contenido de la olla incorporado a las yemas, removeremos un poco más y pasaremos el contenido del bol otra vez a la olla.
Volvemos a poner la olla al fuego, a fuego medio, con ayuda de las varillas iremos removiendo hasta que empiece a hervir, retiraremos del fuego.
Nos prepararemos una bandeja apta para horno donde cojan los ocho moldes, para hacerlos al baño maría. Ponemos los tarros y con ayuda de una jarra iremos añadiendo agua caliente a la bandeja hasta cubrir la mitad de los tarros.
Ahora cogemos un bol, colaremos el contenido de la olla y con ayuda de un cucharon iremos rellenando todos los tarros, una vez los tengamos todos listos, volveremos a añadir agua a la bandeja hasta donde nos permita.
Una vez listo meteremos en el horno y lo dejaremos unos 50 minutos, para comprobar que esta lista abriremos un poco el horno y tocaremos la parte de arriba tiene que quedar como si fuese gelatina.
Cuando pase el tiempo sacaremos del horno y sacaremos todos los moldes de la bandeja para dejarlos enfriar a temperatura ambiente.
Una vez estén fríos los meteremos en el frigorífico hasta la hora de consumir.
Antes de consumir le pondremos un poco de azúcar por encima y con ayuda de un soplete de cocina quemaremos el azúcar hasta crear una costra.
Lista para comer.
¡Buen provecho!
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