Compartimos aquí nuestra versión de este tradicional plato de origen andaluz. Como ocurre con infinidad de recetas, en cada casa, cada uno le da su toque personal, añadiendo o quitando algún ingrediente, pero manteniendo su esencia. Así, el gazpacho que nosotros hacemos lleva tomates, un pedazo de cebolla, pimientos verde y rojo, pepino, aceite de oliva, vinagre, sal, un poco de pimentón y agua.
Para elaborarlo trituramos con ayuda de la batidora los ingredientes sólidos. Una vez integrados, agregamos un chorreón del aceite de oliva, un poco de vinagre, sal y nosotros, le damos un toque especial con un poco de pimentón. Removemos bien con una cuchara y agregamos agua al gusto para que adquiera la consistencia adecuada. No te olvides de meterlo unas horas en el frigorífico para comerlo bien frío
Las formas de consumirlo son bastante variadas, y dependerán de cada gusto. Muchos lo toman tal cual, bebido de un vaso, a veces como aperitivo, incluso a media tarde como merienda. Pero aquí preferimos degustarlo como el primer plato de una comida completa. Para servirlo, como sugerencia, una vez emplatado, le añadimos pepino, cebolla y pimiento verde y rojo, cortados en brunoisse.
Te dejamos un vídeo donde verás esta elaboración del gazpacho. Al verlo también conocerás las propiedades nutricionales de cada uno de los ingredientes que lo componen.
¡Que aproveche!